-vamos luc, ¡nos vamos a divertir! Tu nunca sales, vamos anímate
-tu lo dices por que estas invitada, por que eres su amiga, en cambio yo no soy nada ni siquiera he hablado alguna vez con el –vocifero Lucrecia a su prima
-a ver, tu eres mi prima y por lo consiguiente yo te estoy invitando, y a Arturo no le va a importar
-se quedo algo pensativa pero al final acertó -De acuerdo, pero solo voy a ir un rato, tampoco pienso quedarme toda la noche
Ambas se arreglaron con sus respectivos vestidos y al llegar al club todos estaban bailando y bebiendo, Lucrecia se sintió un poco intimidada por que no estaba acostumbrada a esos lugares y su prima en vez de permanecer con ella la dejo sola, la joven se dirigió a la barra de las bebidas para sentarse y rápidamente el barman le ofreció una bebida que sabia y olía horrible. Dejándola a un lado, se quedo mirando a todos y supo que no pertenecía a ese lugar. Pasaron los minutos y nadie se le había acercado a preguntarle si quería bailar, sintiéndose invisible e ignorada a lo lejos pudo visualizar a su prima con Arturo y sus amigos y eso solo la hizo sentirse peor
-¡Lucrecia!
-Symon que sorpresa, no sabia que te habían invitado
-bueno yo no diría que fue Arturo, si no la chica con la que estoy saliendo
-¿y se puede saber quien es? -pregunto Lucrecia con curiosidad
-Es un secreto por ahora, y tu que haces aquí, por que te conozco de toda la vida y tu no eres de este entorno
- Sofía insistió en que viniera, pero en cuanto vio a sus amigos me dejo sola y realmente ya me quiero ir.
- Yo ya me iba, ¿si quieres te llevo a tu casa?
-Esta bien, pero primero voy al baño espérame que ya vuelvo- le pidió ella alejándose
Lucrecia iba por el pasillo buscando el baño cuando escucho a unos hombres hablando en una habitación. Y sin pensarlo mucho se acerco a ver quienes eran y para su sorpresa era Arturo con tres hombres más y se le veía furioso.
-Con que esos dos me están viendo la cara de imbécil, pues bien los dos van a tener su merecido nadie se mete conmigo y sale ileso
-Señor ese chico esta en la fiesta, aunque no vi a la señorita Miranda ¿que quiere que hagamos?
-Denle su merecido para que aprenda a no tocar lo que es mío
Lucrecia no podía creer lo que estaba escuchando ese no era la persona de la de la cual creía estar enamorada nunca se imagino que Arturo fuese de ese tipo de persona. Tenia que avisarle a Symon ante que esos hombres le hicieran algo, sin darse de cuenta unos de los hombres la vio. Ya que la puerta se había abierto más de lo que debía.
-oye tu- grito uno de ellos encaminándose hacia la puerta
-Lucrecia asustada salió corriendo buscando a Symon y al llegar a donde había dejado a su amigo no lo encontró, desesperada trato de llamarlo pero la contestadora la mandaba al buzón. Salió hasta el estacionamiento y al fin pudo verlo
-Symon tenemos que irnos ya- le advirtió desesperada
-luc cálmate que te pasa
-no hay tiempo, en el auto te explico, pero vámonos
-De acuerdo, pero me estas asustando.
Ambos subieron al auto y salieron del club ya mas calmada le explico lo que había escuchado y reprendió a su amigo
-Miranda y yo nos enamoramos, luc que quería que hiciéramos además ella no tiene etiquetado que es propiedad de Arturo
-pues díselo a el- le recrimino sin dejar de mirarlo, dándose de cuenta que había un auto que los seguía
-Symon hay un auto que nos esta siguiendo, pueden ser esos hombres acelera –le ordeno ella entrando en pánico. Hicieron eso por minutos pero fue en vano cuando entraron en la autopista la camioneta los arre baso y se interpuso en mitad de la carretera
Ambos hombres salieron de la camioneta obligándolos a salir del auto, una vez a fuera los hombres agarraron a la fuerza y mientras uno lo sostenía otro de dio un puñetazo en el estomago dejando a Symon en el suelo y comenzaron a golpearlo con fuerza sin cesar
-Ya basta ¡por favor! déjenlo – le suplicaba Lucrecia llorando viendo a su amigo en esa situación, se sentía impotente de no poder hacer nada para ayudarlo y sin pensarlo busco entre auto una llave de metal. Abalanzándose hacia uno de ellos comenzó a golpearlo, el hombre la agarro con fuerza por el brazo y comenzó a arrastrarla hacia la camioneta.
-Suéltame, auxilio-gritaba pera nadie se veía ni siquiera un auto, los otros dos dejaron de golpear a su amigo dejándolo inconsciente y mal herido.
-hay que irnos- dijo uno de ellos, sin dejar de mirarla a ella
La hicieron subir en la camioneta, donde Lucrecia no dejaba de gritar hasta que no tuvieron opción y la amordazaron, ella solo podía pensar en su amigo y en lo que esos hombres iban a ser con ella .condujeron por quince minutos hasta que llegaron a una casa a las afuera de la ciudad, bajándola la metieron dentro sentándola en una silla. Hasta que vio a la persona que comenzaba a odiar con todas su fuerza, Arturo Medeiro
-Así que eras tu, sabes por que hice que te trajesen aquí no- pregunto acercándosele para quitarle la mordaza de la boca
-Eres un monstruo, eres un ser despreciable, no puedo creer como Sofía puede ser amiga de alguien como tu.-recrimino furiosa
-lo dice alguien tan insignificante como tu, te traje aquí por que si abres tu hermosa boca me vas a meter en un gran problema por lo que hice que hiciesen a tu querido amigo. Y eso no me conviene por que dañaría la reputación de mi familia.
-Y crees que eso me importar, ¡te voy a denunciar!, te voy a ser pagar por lo que le hiciste a Symon el no tiene la culpa que tu novia se hostigara de ti, y con razón
-Arturo la fulmino con la mirada, como si quisiese matarla, pero luego cambiar su semblante por uno más suave
-¿Que piensas hacer conmigo?, para que me trajiste aquí
-para hacer un trato contigo, tú te quedas callada y finge que no sabes absolutamente nada, y yo me encargo de que mi padre se convierta en socio del tuyo, ya que la empresa de tu familia no va muy bien que se diga y que necesita un inversionista que este dispuesto a salvarla por que la mayoría del los accionista le han dado la espalda. Que dices ¿aceptas?
-y crees que eso va hacerme cambiar de opinión, cometiste un crimen y no se va a quedar así, Arturo se acerco a ella soltándola del todo.
-Carson-
-Llévenla a su casa- le ordeno a uno de sus hombres
Lucrecia no lo podía creer, la estaba dejando ir así sin más, era demasiado irreal
-¿Que pretendes?, de verdad me vas a dejar ir y que te denuncie por lo que hiciste
-No preciosa, Voy hacer algo mucho mejor.
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Encadenada a ti
RomanceLucrecia Riveira ha vivido toda su vida en Rio de janeiro Brasil, con padres "adinerado se podría decir que lo tiene todo", pero no contaba que por asistir a una fiesta su vida quedaría atrapada en un matrimonio por chantaje del cual no será tan fác...