Encadenada a ti

Capitulo 43

No sabía cómo Nick había sido capaz de reconocerla y a pesar de que lo había negado, sabía que podía ponerla en evidencia si se lo proponía. Symon la estaba llamando pero no contesto el teléfono móvil lo último que quería hacer era hablar con el causante de todo lo que estaba pasando. Se sentía asfixiada sin saber que hacer o con quien desahogar todo lo que llevaba con dentro.

Camino por la calles largo rato metida en sus pensamientos, cuando un auto se detuvo por donde ella caminaba mostrando a la persona al que le pertenecía.

— ¿Podemos hablar un momento Eloísa? —pregunto Sofía mirándola con seriedad

— ¿Tú también me vas a culpar del accidente de Maddi? —espeto a la defensiva, conteniéndose para no derrumbarse allí mismo.

—No, entremos a esta cafetería para hablar.

Ambas entraron sentándose en la mesa más lejos de las demás. Un empleado se acercó para ver que iban a ordenar, pero ninguna pidió absolutamente nada. Sofía se quedó mirando a Lucrecia sin evitar sentirse conmovida por su gran parecido con ella.

—Voy a ir al grano, ¿qué pretendías al cambiar tu color de cabello y usarlo como el Lucrecia? ¿Acaso querías herir a Arturo por a verse casado con Miranda? porque todavía no me cabe en la cabeza que dos personas sean idénticas al menos de que sean gemelas y Lucrecia era hija única.

Lucrecia se quedó mirando a Sofía con seriedad. Por no saber qué hacer ante su acusación.

— ¿Sabe qué?, no tengo tiempo para esto, así que me voy —levantándose de su asiento y pretendía irse cuando Sofía la detuvo con sus palabras.

—Debo interpretar eso acto como un sí. —girando en su asiento para ver la reacción de Lucrecia.

Lucrecia suspiro porque estaba entre la espada y la pared, y sin más se fue del lugar dándole a entender a Sofía lo que había sospechado. Pero lo único que tenía que averiguar era porque tenía otro nombre y estaba al lado de Symon.

.......

Lucrecia llego a la casa con un gran nudo en su garganta, Sofía era lo suficiente inteligente para sacar sus propias conclusiones, pero ya todo le daba igual que pasara lo que tendría que pasar. Fue a la cocina por un vaso de agua, al ver a Symon con expresión de haber visto algo nada agradable sonriendo por dentro por los anónimos que había hecho enviar donde decían;

"Que ya sabían su secreto y muy pronto Lucrecia iba a descubrir la verdad"

—Que te sucede Symon, pareces que viste al mismo diablo. —sirviendo agua en su vaso

—No pasa nada, tengo que salir un momento, nos vemos más tarde. —Contesto pasando a su lado con un semblante de desesperación. —Ah.., Elo cuando vuelva quiero hablar algo seriamente importante contigo.

—De acuerdo —respondió encogiendo los hombros con despreocupación.

Fue por una botella de vino, Sabía que era una mala madre y una mala persona, podría confesar la verdad pero sin embargo prefería no hacerlo para hacer pagar a Symon pero tampoco era que le estaba funcionando como quería. Realmente ni ella misma sabía lo que quería, estaba tan confundida que lo único que quería era que todo acabara ya y ver que le iba a deparar el destino.

.........

Arturo estaba devastado, la noticia de que su pequeña estuviera en coma sin saber si iba a reaccionar o no le partía en corazón, Miranda se había llevado a la casa a Regina para que descansara, y solo estaban allí con él Mauricio y Nick. Él no había querido despejarse de allí por si surgía algo. Tenía la cabeza inclinada hacia abajo mirando el piso cuando Nick aprovecho que Mauricio estaba haciendo una llamada para poner su plan en marcha.

— ¿Sabías Arturo que Eloísa Da silva usa lentes de contacto? Y que si le sumas a ello como seria su verdadero color de ojos con el gran parecido con Lucrecia. —Dijo con tono inocente — ¿me pregunto cómo se vería en realidad?

Arturo levanto la cabeza fijando su mirada en Nick preguntándose a donde quería llegar con lo que acababa de decir. En ese momento recordó que ese día en el yate, le había preguntado si esos era su verdaderos color de ojos y ella le respondió que sí.

— ¿A qué viene todo esto Nick? —pregunto confundido

Nick sonrió a su pregunta.

— ¿No te gustaría saber de qué color son Arturo? Y cómo es posible que una persona viva tenga los mismos ojos, cabello, nariz y labios iguales a una persona que ya está muerta. Porque la única forma es que sean gemelas y no creo que haya sido el caso de Lucrecia ¿no?

Arturo se levantó de su asiento sin ninguna delicadeza enfrentando a Nick en lo que le estaba diciendo.

— ¿Acaso me estás tratando de decir, que Eloísa y Lucrecia son la misma persona? —inquirió molesto.

— ¿Por qué no lo compruebas tú mismo? Estuviste casado con Lucrecia, y conociste cada parte de su cuerpo. No te sería tan difícil descubrir si es verdad o no —Confeso dándole una palmada en su hombro y se fue de allí metiéndole la duda a Arturo.

En otras palabras solo le había sugerido que averiguara y se cerciorara de la verdad. Pero en el fondo tenía miedo de hacerlo. Porque no le cabía en la cabeza porque si Lucrecia no había muerto en ese accidente. Se había quedado ocho años al lado de Symon y eso era algo del cual él iba a salir de duda, no importaba si lo que descubría no era nada agradable.