Capítulo 7

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Christopher uno de mis empleados llegó a la pastelería alarmado llamando la atención de todos nosotros que estábamos limpiando y ordenando las cosas antes de abrir la pastelería.

-No van a creer lo que está ocurriendo.- parecía alterado.

-Hombre, estas ensuciando los vidrios.- Derek dijo a lo lejos.

-¡Los vidrios no importan ahora!- chilló.

-¿Que sucede?- dijo Steve riendo.

-¡Copiaron la receta de nuestros brownies!- exclamó colérico.

Absolutamente todos llegamos a prestarle atención, ¿como es que alguien puede copiar la receta de nuestros brownies? Esa es la receta de la abuela.

-¿De donde sacaste eso?- dije frunciendo el ceño.

Este levantó una pequeña bolsa que tenía en su mano y la colocó en una de las mesas en donde todos nosotros nos amontonamos para ver.

-Hay una nueva cafetería que tuvo mi buenas críticas en internet, y pude leer que muchas personas escribieron diciendo que sus brownies eran idénticos a los de nosotros, no lo creía al principio pero... mierda es cierto.-

Y como todos unos curiosos empezamos a abrir el pequeño empaque mientras cada uno de nosotros comía un poco de aquel brownie.

Era cierto, tenía al mismo sabor.

Entre todos nos miramos desconcertados.

-¿Puedo saber cual es el nombre de ese lugar?- pregunté ya levantando sospechas.

-Rose's.-

Ese era el nombre de la cafetería de la cual la esposa de mi hermano mayor era dueña. Yo era cuidadosa a la hora de guardar todas las recetas que teníamos en la pastelería, pero parece que alguien metió sus manos en donde no debía.

-Regreso en unos minutos.- me coloqué de pie caminando directo hacia mi oficina.

Hace varias semanas había notado algo justo cando le colocaba el código a la cerradura de mi oficina. Pude ver que alguien la había abierto, pero no pude ver con exactitud el rostro de aquella persona.

Llevé una de mis manos hacia la pared mientras yo caminaba lentamente hacia donde yo tenía todas las cosas importantes de la pastelería, incluyendo las recetas.

No necesité hacer mucho esfuerzo, cuando llegué cerca del marco de aquella pintura pude verlo.

Leandro había entrado a la oficina intentando cubrir sus manos con aquellos guantes que traía puestos.

Buscó entre mis cosas, revisando y buscando algo de utilidad, pero encontró mucho más que eso.

Se sentó en la silla de mi escritorio y se quitó los guantes para poder encender la computadora de mesa. Este intentó varias veces acceder ya que todo estaba con contraseñas, no se como lo hizo pero logró entrar.

Estuvo mirando varias cosas, y lo único que pudo conseguir fue la receta de brownies de la abuela.

Mala suerte la suya que olvidó ponerse sus guantes cuando salió rápidamente.

Negué lentamente mientras miraba a mi alrededor. ¿Ha sido capaz de entrar a mi propia pastelería y meter sus manos en mis cosas?

No tiene ni un poco de vergüenza.

Esto ha sido lo más lejos que pudo llegar.

Le envié un mensaje diciendole que sabía lo que había hecho y que debíamos de hablar. Puede que por el enojo del momento las cosas que escribí hayan sido duras pero él se lo merece, Leandro me ha robado algo para utilizarlo como si fuera suyo.

Sarang;; h.s ||1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora