Capítulo 28

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-Estoy hablando enserio, este tipo de cosas no pueden volver a suceder, creo que enserio debemos de organizarnos bien. No queremos que la gente vea a Sweet Land como un lugar en donde el personal olvida dar la orden para que preparen sus pedidos.- pedí de manera amable a todos -por favor hagamos las cosas bien, ¿si?-

Todos asintieron en respuesta a lo que les había pedido. Resulta que hoy llega un cliente diciendo que viene a recoger su pedido y la cosa fue que nadie había dado la orden de prepararlo cuando se hizo el papeleo correspondiente de este.

Fue un descuido realmente malo, pero se lo pudo manejar bien, aun así estoy muy segura de que esto no se debe de repetir.

Luego de ese pequeño inconveniente me dediqué a entregar los pedidos de cafés que eran para llevar o para tomar aquí.

-Un americano, listo.- dije colocando la charola en el mesón y aceptando el pequeño aparato que vibraba anunciando el pedido ya listo -que lo disfrutes.-

-Sarang Hawkins, ¿cierto? Si eres tú.- miré hacia el frente y ahi estaba ese rostro familiar nuevamente.

-Uh, si.- asentí con una sonrisa -disculpa, ¿te conozco?-

-Soy Timothée Chalamet.- dijo sosteniendo su vaso de café.

-No te recuerdo...- respondí.

-Fuimos amigos hasta los dieciséis.- dijo -fui tu vecino, vivía junto a tu casa, en Tiburon.-

Automáticamente pude recordar los diferentes escenarios en los que había vivido con Timothée. Digamos que tenía muchos recuerdos archivados en mi cabeza, alguno de ellos no eran muy lindos y es por eso que los tenía escondidos.

Pero ahora estaba recordando todo lo que juntos habíamos vivido, eramos mejores amigos desde que teníamos tres años, fuimos a jardín de niños juntos y creo que hasta parte de la secundaria.

-Oh... ya te recuerdo.- sonreí -¡Príncipe Tim!- lo señalé recordando como yo solía llamarlo.

-¿Tienes tiempo para hablar?- este estaba emocionado.

-Claro, en unos minutos te acompaño en una de las mesas.-

Este asintió yendo hacia una mesa y sentándose tranquilo mientras me esperaba.

Enserio estaba emocionada por verlo nuevamente.

Ni bien mi turno terminó fui con él para poder ponernos al día de todo lo que nos hemos perdido.

-Mirate, nunca pensé volverte a ver.- dijo divertido -pensé que con todos los problemas que tenías en casa...-

-Creo que ambos pensamos que cosas malas pasarían.- concorde con él -Pero estoy muy bien, y soy dueña de una pastelería, es mi sueño por así decirlo, ¿como has estado?-

-Me alegra demasiado verte tan bien ahora.- dijo sincero -no hay nada interesante en mi vida, me he graduado de la universidad y ahora tengo un estudio fotográfico.-

-Eso es genial.- dije sorprendida -¿vives aquí en la ciudad?-

-Si, en un edificio a unas tres calles de aquí.-

-Me alegra mucho volver a verte.- lloriquee.

-¡A mi también!- chocamos cinco una y otra vez riendo.

-¿Como vas con tu psicometria?- él lo recordaba -recuerdo que no podías controlarla muy bien.-

-Mucho mejor.- asentí para mi misma -ha mejorado un poco, pero aun hay cosas que no puedo entender.- dejé en claro -pero está mucho más desarrollado.-

Sarang;; h.s ||1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora