Sarang;; h.s ||1||

Capítulo 40

Juro que no sé qué hice para merecer tanta vergüenza. Desde aquella noche en el restaurante de la madre de Harry hasta tres días después Timotée no dejaba de hacerme preguntas con respecto a si cuando él y yo éramos novios fuimos a "segunda base."

No sé qué hice para merecer todo esto, pero no me quedaba de otra.

-¡Pero Sarang!- mí querido amigo de ojos verdes dijo mientras hacía un ligero puchero mirándome desde la pantalla de su celular.

-Te dije que no hicieras ese tipo de trabajos, ya sabes lo exigentes que son esas personas.- dije mirándolo mal mientras sostenía mi celular.

Resulta que Timothée ahora mismo se encontraba en un estudio fotográfico en Hollywood, supuestamente había recibido una gran oferta por su trabajo, para poder hacer una sesión de fotos con una compañía de ropa que la verdad no me daba buena espina pues creo que están explotando de más a Timmy y eso no era bueno para él.

-Se que me lo dijiste, pero era una gran oportunidad y pensé que sería bueno...- hizo un puchero -creo que debí de hacerte caso, ya que de algún modo puedes predecir el futuro por así decirlo.-este recién cayó en cuenta de que debió de hacerme caso -mi error.- con una de sus manos golpeó su pecho -asumo toda la culpa, bebé.-

-Estás exagerando demasiado.- reí.

-Como castigo acabo de cortarme el dedo con una hoja de papel, que idiota...- se insultó a sí mismo, es demasiado gracioso -¿pero... te has sentido bien? Sabes que si no es así puedo volver rápido a casa.-

-Es lindo de tu parte, pero estoy bien, no te preocupes.- le sonreí para calmarlo -ahora mismo estaba pensando en salir.-

-Si sucede algo no dudes en llamarme a mi o a Chloe, ¿entendido?-

-Si señor Chalamet.-

-Bien, ya terminó el descanso, tengo que volver. Ten una bonita tarde, ¿si? Te amo.- me regaló una bonita sonrisa.

-Igual tú, que te vaya bien en el trabajo. Yo también te amo, adiós.- agité una de mis manos en forma de despedida.

Segundos después el FaceTime había terminado y yo me encontraba sonriéndole a la pantalla de mi celular como idiota. Creo que está más que claro que me he acostumbrado demasiado a la compañía de Timothée en casa y tenerlo lejos me hacía sentir un tanto vacía.

Soltando un suspiro ruidoso miré hacia afuera por una de las grandes ventanas que habían en la sala de estar y pude ver como el cielo empezaba a ponerse gris. El tiempo estaba demasiado loco, hoy en la mañana estuvo haciendo demasiada calor y mucho viento y ahora estaba a punto de llover como si no hubiera un mañana y que mejor que estar en casa, creo que acabo de cambiar mis planes de salir de compras por quedarme en cama mirando mis series favoritas de televisión.

Y eso fue lo que hice, bostecé mientras sacaba la bolsa de palomitas de maíz del microondas, aún caliente no pude esperar y empecé a comer de esta mientras colocaba el resto en un tazón.

-Que se supone que debo de mirar ahora...- susurre aburrida mientras miraba las distintas opciones que tenía.

Pero vamos, siempre me ocurría esto. Empezaba dispuesta a ver una serie fantástica me encontraba preparada para eso. Pero, miren quien terminó mirando todas y cada una de las películas de Shrek por millonésima vez. Siempre terminaba cayendo en lo mismo, que puedo decirles.