El de ojos verdes se sentó a mi lado mientras me tendía un vaso de café, un croissant y hasta habían waffles. No se como terminé sentada en el gran comedor de su casa. Este solo me había invitado a desayunar y yo solo lo seguí.
El lugar se veía tan tranquilo a estas horas de la mañana, pero yo me sentía aturdida después de lo de anoche, Harry se veía tan calmado que no sabía si no me estaba mirando mal como solía hacerlo porque me vio anoche o porque en las mañanas su humor es demasiado bueno para ser real.
-Si quieres comer algo en especial puedes pedirlo.- dijo con calma.
-¿Enserio? ¿Que me dices de un muy buen merecido desayuno inglés?- bromee.
-Claro.- se estaba poniendo de pie justo cuando yo lo detuve, rayos... iba enserio.
-¡Solo jugaba!- exclamé haciendo que este se sentara -no esperaba que te colocaras de pie.-
-Mi ama de llaves sabe cocinar de todo así que...- y me faltó explicar ese pequeño detalle.
El vecino guapo no solo tenía una casa gigantesca, sino que hasta tenía un chófer, siete amas de llaves, una que se encargaba de la cocina y cocinaba delicioso.
El sueño de mi vida.
-Está bien, esto es demasiado.- señale lo que había en frente mío -pero sin duda es mejor que huevos revueltos y pan de todos los días.-
-Puedes comer lo que quieras, somos amigos ahora.-
-¿Eso implica que me dejaras saquear tu refrigerador si te lo pido?- reí.
-No eres capaz.- negó bebiendo de su taza de café.
-No soy tan sinvergüenza, cierto.- ahora miraba toda la comida en frente mío.
No soy muy fan de los desayunos dulces, pero aquellos gloriosos waffles eran la excepción, no entiendo como es que últimamente cada que Harry está a mi alrededor termino comiendo comida deliciosa.
Me está gustando esto.
-Come con calma que tenemos todo el tiempo del mundo.- dijo al ver que yo tenía intenciones de atragantarme con toda la comida que tenía en frente mío -amas la comida, ¿no es cierto?- preguntó curioso sonriendo está vez de verdad, es decir la mayoría de las veces solo sonreía con malicia, o con burla, pero ahora lucia tranquilo.
-Me gusta muchísimo.- asentí frenéticamente -pero son extrañas las ocasiones en donde disfruto comida deliciosa, como esta.- señalé mi plato.
-Ya veo.- asintió arrugado su nariz -¿Te sientes mejor?- preguntó dejando todo lo que tenia en sus manos para posar su intensa mirada sobre mi.
Me vi obligada a dejar de comer mientras limpiaba mis labios con una servilleta, sabía a que se estaba refiriendo.
-Eso creo.- respondi -¿Cómo fue que...?-
-Suelo salir a fumar a la parte de atrás del edificio.- me comentó -anoche estaba por mi segundo cigarrillo cuando vi la luz de tu oficina encenderse.- hizo ademanes con sus manos -me quedé mirando hacia tu ventana ya que tu sueles lanzarme cosas cuando me ves desde ahí arriba. Cuando abriste la ventana estaba listo para gritar tu nombre pero... te escuché llorar.- relamio sus labios -puedo admitir que me asustaste un poco, es extraño verte llorar cuando a menudo eres tan... tu.- me señaló de arriba para abajo -así que me quede ahí esperando a que te calmaras, pero media hora después me di cuenta que te habías dormido. Así que subí hacia tu oficina sin que tus empleados se dieran cuenta y te dejé en tu sofá, nada del otro mundo.- le restó importancia.
-Siento que hayas tenido que ver todo eso, pero gracias.-
-No hay problema, Sarang.- respondió -¿Quieres hablar sobre eso o...?-
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Sarang;; h.s ||1||
Фанфіки"En verdad lamento ser tan difícil." Todo fue un accidente. ||Primer libro de la serie "Serendipia."|| [Algunos errores ortográficos sin editar] [lenguaje explícito, violencia, etc.] [Actualizaciones lentas]