Capítulo 22

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Del susto solté aquel bate de béisbol que estaba en una esquina de aquella habitación en donde me encontraba con Harry, era algún tipo de sótano que estaba realmente lejos de la gran casa. Creo que no es buena idea que yo me mantenga tocando cosas de este lugar porque al parecer cualquier objeto en este lugar ha sido utilizado para lastimar a alguien.

-Sarang... no te recomiendo tocar esa silla.- me detuvo tomándome del brazo y haciendo que me sentara en otra silla -aquí te ves mejor.-

-Torturaste a alguien ahí, ¿verdad?-

-Es mi silla favorita, que puedo decirte.-

-No pensé que tuvieras un lugar así en tu casa.-

-Ya sabes que mi trabajo requiere un lugar en donde pueda "hablar" con mis queridos clientes o bastardos mejor dicho.-

Reí sin darme cuenta mientras seguía mirando a mi alrededor.

-¿Puedo hacerte cualquier tipo de preguntas?- dije antes de que algo raro saliera de mi boca. Quería estar segura de que podía decir lo que sea y que este no se sentiría incomodo.

-Dispara.- murmuró mientras buscaba algunas cosas a lo lejos.

-¿Puedes dormir en las noches?- dije llamando su atención -es solo que... ¿no llegas a sentir culpa por todo lo que haces en tu trabajo y eso...?-

-Al principio no podía.- respondió -supongo que con los años "la culpa" dejó de perseguirme, no siento nada cuando cometo algo... "malo", me da igual.-

Me hace pensar que ese es algo que se fue adueñado de los diferentes sentimientos de Harry a lo largo de los años. Pero no puedo creerle del todo. El ser humano aunque lo niegue, siente el más mínimo sentimiento de culpa, aunque sea por algo estúpido e insignificante, creo que Harry no lo admitirá después de todo.

-¿Que me dices acerca de tu familia?- se que eso era terreno peligroso.

-Te conté todo sobre ellos, no hay nada más que...-

-¿Las echas de menos?- me referí a su madre y hermana.

-¿Por que debería de hacerlo?- dijo extremadamente calmado -me dejó con mi papá sabiendo cual horrible sería mi vida si me quedaba, a ella no le interesé en absoluto, decidió salvar solo a mi hermana y dejarme en ese infierno a mi solo.- dijo enojado -no tengo nada que decir con respecto a esa señora.-

Decidí dejar ese tema ya que este parecía tener muchos sentimientos encontrados con aquello.

Supe que lo mejor sería preguntar otra cosa y creo que esto me causa mayor curiosidad.

-¿Que me dices de tus amoríos?- caminé lentamente observando algunas cosas en aquella habitación.

-¿Que debería decir?- de repente su actitud había cambiado haciéndolo sonreír pícaro mientras me miraba curioso.

-No sé, tengo curiosidad.-

-No se que decir, ya sabes como es mi vida sexual, porque la amorosa no existe. Cuando era más joven... a los dieciocho fui capaz de probar diferentes cosas, si sabes a lo que me refiero.-

-¿Diferentes...?-

-Tuve curiosidad por probar con chicos también.- dijo riendo -fue extraño pero no es tan malo como parece.-

-¿Eso quiere decir que eres bi?-

-Algo así. Todos somos un poco gays en el fondo.- sonrió.

-Menudo dato...-

-Pero a medida que fui madurando y creciendo es como que me siento más atraído hacia las mujeres, así que...- se encogió en hombros.

Sarang;; h.s ||1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora