Sarang;; h.s ||1||

Capítulo 9

Al parecer cada cosa que hice ayer era perfecto para que el repertorio de bromas de Harry estuviera lleno. Sus chistes eran horribles, pero él lo disfrutaba más que nadie.

Hoy más que nada este se veía demasiado bien, más que las otras veces, vestía un precioso traje Gucci, los pantalones de este hacian resaltar sus hermosas piernas a decir verdad, su cabello estaba desordenado, pero parecía que lo había cortado un poco y se veía más rebelde que antes. Se veía como si estuviera listo para el fashion week o algo por el estilo. Sus grandes manos estaban perfectamente adornadas con los anillos que siempre tenía puestos, y hasta su olor era embriagante, no entiendo... ¿de que clase de cuento salio este hombre?

-¿Día importante?- dije sentandome en el borde de su cama mirando como este se acomodaba el traje mientras se miraba al espejo.

-Si, algo así.- dijo distraído.

-Te ves muy bien.- llamé su atención y levanté ambos de mis pulgares.

-Eso ya lo sé, pero alimenta mi narcisismo así que gracias.- sonrió burlón.

-Que odioso eres.- lo miré mal.

-Más odioso que tu anoche no lo creo.-dijo riendo.

-¿Cuando vas a olvidarlo?-

-Nunca.- volteó a mirarme.

Aquella mirada retadora, burlesca y de desprecio le eran naturales al parecer. Siempre que lograbas mirarlo este ya te estaba observando de esa manera intentando espantarte o simplemente incomodarte. Lucia como un mafioso la mayoría del tiempo, es decir... el tipo puede ser lo que tu quieres que sea, como Barbie, ¿Saben a lo que me refiero? Hasta podría ser el padre de mis hijos y no me molestaría la idea.

-¿Te sientes cómoda con eso?- dijo al verme salir del baño luego de colocarme la ropa nueva que me prestó.

-Siento que es una pijama gigantesca.- dije mostrándole la tela sobrante en aquellos pantalones.

-Ven aquí.- dijo señalando una silla para que me sentara.

Ni bien lo hice este se arrodilló en frente mío y empezó a arremangar el pantalón deportivo que traía puesto.

-Nunca supe como hacer que quede tan bien.- dije mirando como el pantalón quedaba perfecto -eres un genio.-

-No es para tanto.- lo vi reírse.

-Siento todo lo que ocurrió anoche.- murmure -Si te cause algún tipo de problema yo...-

-Puede ser que haya estado un tanto sorprendido al darme cuenta que intentabas quitarte la ropa.- dijo riendo -pero lo demás está bien, eres graciosa y más llorona de lo usual.- susurró lo último escuchandose más para él que para mi.

-Lloro mucho, así que...- me encogi en hombros -eso ya es parte de mi a decir verdad.-

-Creo que me di cuenta.- dijo mirando los dobleces -listo.- se colocó de pie -¿Quieres que te lleve a tu casa?-

-Tengo que recoger mi auto...-

-Tu auto está en mi garaje, está mañana fui con mi chofer hacia la pastelería y traje tu auto, espero no te moleste.- respondió -es solo que siento que aún te sientes mal por la resaca como para manejar aún.-

-¿Quieres conducir por mi?-

-Si quieres, mi chófer puede ir detrás de nosotros, hoy tengo negocios por terminar y no iré manejando así que...- se encogió en hombros.

-Si no es mucha molestia.- dije asintiendo.

-No lo es.- dijo mostrándome las llaves de mi auto -casi lo olvido, tu celular estuvo sonando toda la noche.- dijo buscando entre sus cosas -lo traje para que pudieras dormir, al parecer ese tal Jesse está muy alterado...-