Sarang;; h.s ||1||

Capítulo 15

Mi cabeza dolía, mi garganta estaba matandome, todo mi cuerpo estaba adolorido, es como si hubiera hecho ejercicio sin parar durante varias horas y ahora mismo estaba exhausta.

Abrí los ojos mirando hacia el techo de donde sea que este. A duras penas podía tragar saliva debido al ardor de garganta. Aquella habitación era de color nude, las grandes cortinas color marrón flameaban debido al viento descontrolado. Dirigí mi mirada hacia las sábanas color rosa pastel que me cubrían por completo y lo primero que pude ver fueron vendas en ambas de mis muñecas.

Automáticamente pude recordar todo lo sucedido.

Me senté con todas mis fuerzas en la cómoda cama y miré a mi alrededor. Todo era desconocido para mi.

Pude escuchar voces provenir de una de las puertas, al parecer habían personas fuera.

Mi curiosidad como siempre terminó haciendo que yo me colocara de pie, lentamente mirando el camisón delicado de color blanco que traía puesto.

-Todo está bien con ella, solo necesita descansar.- escuché que alguien murmuraba -volveré mañana para ver como está.-

Cuando no escuché nada fui capaz de abrir la puerta encontrándome con el glorioso perfil de Harry. Este miraba su celular con el ceño fruncido. Cuando llegó la hora de guardar el aparato en el bolsillo de sus pantalones este se dio cuenta de mi presencia.

Me regaló una pequeña sonrisa.

-Hey, ¿Como te sientes?- dio un paso hacia mi y yo retrocedi dos lejos de él -Sarang, por favor.- con cuidado alcanzó mi brazo y lentamente tiró de mi hasta terminar abrazandome -lo siento tanto.- susurró cerca de mi oído -siento haberte metido en todo esto, se que estabas asustada y que ese bastado...- se vio obligado a cortar la oración -siento haberte asustado, perdoname.-

No pude evitarlo más y volví a llorar escondiendo mi rostro en su cuello.

-Está bien, tranquila.- dijo acariciando mi espalda.

-Eres un idiota.- le di un ligero golpe en el estómago.

-Me lo merezco, lo sé.- susurró -si más no lo recuerdo te debo una gran explicación, ¿cierto?- lentamente se separó de mi y limpió mis mejillas con la yema de sus dedos.

Yo asentí calmando mi llanto.

Ambos caminamos dentro de la habitación y nos sentamos en la cama. Este lucia nervioso, no podía creer que el tipo que mató sin remordimiento a un hombre esté en frente mío sintiéndose nervioso.

Si bien estaba asustada ahora mismo, pero Harry simplemente con una palabra lograba quitar mis malos pensamientos acerca de él.

-Yo... no se por donde empezar, ¿sabes?- despeino sus cabellos -vengo de una familia perfeccionista situada en Londres.- explicó -cuando tenía no sé... cuatro, cinco años mis padres se divorciaron por problemas matrimoniales y creeme que fueron problemas enormes.- suspiró -mi madre obtuvo la custodia de mi hermana mayor y solo bastó eso para que ella saliera corriendo.

>>Mi padre es alguien que no juega cuando se trata de ser estricto, es alguien de creencias cerradas y muy aterrador por cierto. No conocerás a una persona tan corrupta como lo es él.- lo vi jugar con sus manos -pero él nunca fue alguien que supiera como criar a un niño a mi parecer. En pocas palabras él es un mafioso.- lo dijo -no aceptaba que su hijo varón fuera alguien tan "ridículo".- sonrió con burla -no puedo recordar con exactitud cuántas cosas aterradoras vi, él solía decirme que así aprendería a ser un verdadero hombre.

>>pero matar a pequeños animales inocentes no era algo... no era algo que una persona normal haría. Pero si me negaba a hacerlo él castigaba con la mano y no había nada que lo detuviera.- levantó su brazo izquierdo -me rompió el brazo cuando me negué a matar a una de mis mascotas. Dolió como la mierda, no puedes imaginarte el dolor de la paliza que me dio.