Extra #1

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-¡Esto se está derramando mamá!- Molly chillo eufórica mientras sostenía una manga pastelera llena de merengue que se estaba saliendo por todas partes -oh, oh, oh...- se las arregló para volver a sostenerlo -¿¡por qué no funciona?!- está se desesperó sacando el acento británico que se le ha quedado pegado por obvias razones.

-Quiero intentar.- Annette se unió mirando curiosa así como Aleene al otro lado -Molly, es mi turno.-

-El mío también.- Alene también se estaba desesperando.-

-Bien , bien. Molly, es el turno de Anne, ¿puedes darle la manga por favor?- pedí, esta automáticamente asintió y se lo dio a su hermana -luego de cinco minutos es tu turno Leene.- la tomé en brazos -¿entendido?- está asintió -Molly, lávate las manos antes de tocar las fresas por favor.-

Hoy era viernes por la noche. Las cuatro habíamos terminado de cenar sin Harry en casa ya que hoy trabaja en el restaurante y no acostumbra venir a cenar los viernes. Les dije a las niñas que podíamos preparar un postre para el almuerzo de mañana. Les encantó la idea así que están aquí. Es un poco complicado tener el ojo puesto en dos niñas de tres años y una de cuatro porque... las dejo un segundo solas y ya están...

Pude escuchar como los cubiertos caían al suelo. Miré a Molly y esta estaba trepada en uno de los muebles de la cocina.

Como decía: las dejo solas y ya están haciendo desastres.

-Molly, ¿cuántas veces te he dicho que no te cuelgues de ahí?- con mi mano libre tomé la suya y la ayudé a bajar.

-Estaba tomando una cuchara,- Me la enseñó.

-Es tu turno Leene, dejé a la otra gemela sentada en el taburete mientras se encargaba de algún modo... sostener aquella manga pastelera -no te ensucies por favor.- miré a Anne y esta me mostraba sus manos.

-Limpias mamá.-

-Perfecto, cariño. Dame cinco.- chocó su pequeña mano con la mía -¿listas para ir a dormir?- estas estuvieron a punto de responderme hasta que escucharon la puerta principal abrirse.

Molly fue la primera en salir corriendo al ver Harry llegar, automáticamente Anne y Leene que soltó todo lo que estaba haciendo corrieron también hacia él para abrazarlo.

-¡Papi, preparamos un pastel!- Molly dijo emocionada.

-Uno muuuuuy grande.- Leene y Anne dijeron al mismo tiempo.

-¿Enserio? Apuesto a que estás delicioso. Las eché de menos.- lo vi hacer un puchero.

-Nosotras también.- dijeron las tres.

-Es aburrido cu-cuando no estás.- Anne aun tenía dificultad para pronunciar algunas.

-¡Hey!- estas rieron al escucharme -pensé que se habían divertido haciendo el pastel.-

-Oh, cierto, cierto.- Leene dijo riendo.

-Apuesto a que tuvieron un día muy divertido, no digan que no lo fue.- este acarició las mejillas de las tres -pero creo que ya es hora de dormir, así que vamos.- tomó en brazos a las gemelas mientras Molly se sostenía del pantalón de su papá.

-Buenas noches mami.- Molly dijo antes de desaparecer por el pasillo.

-Que descanses preciosa.- dije viendo cómo está se iba detrás de Harry y las gemelas que estaban por caer dormidas.

Escapé un suspiro mirando todo a mi alrededor. Primero decidí limpiar, guardar todo lo que no habíamos utilizado y colocar aquel pastel de frutas en el refrigerador. Me dolía la espalda, en todo el día no he podido descansar en lo absoluto, las gemelas por alguna extraña razón decidieron que no querían tomar una siesta el día de hoy, así que... estuve cuidando que no pelearan por los juguetes y ese tipo de cosas.

Sarang;; h.s ||1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora