Acomodé mi blusa luego de hacer la señal de la cruz con mi mano derecha. Hoy era domingo y eso significaba mi día de iglesia. La primera misa había terminado exactamente a las 7:30 de la mañana.
Cuando salí del gran establecimiento bostece haciendo un pequeño ruidito mientras bajaba por las escaleras.
Hoy había decidido venir a pie ya que era la iglesia más cercana a mi casa y un poco de ejercicio y arie fresco no le hacía daño a nadie.
Siempre suelo salir los domingos en la mañana a la iglesia, era un momento en el que me sentía completamente bien, buscaba un refugio en donde estaba cien por ciento segura de que no estaría sola. Me sentía completamente renovada, casi como siempre y esperaba poder mantener ese sentimiento por un buen tiempo.
Mi hombro izquierdo fue golpeado por un tipo que caminaba a paso rápido e hizo que yo retrocediera un par de pasos y volteara a mirarlo con el ceño fruncido.
-Que grosero.- susurre.
Seguí con mi camino mirando hacia el frente esperando que otra persona no se tropezara conmigo.
Lo peor fue que no era una persona la que me asustó esta vez, la bocina de un auto me hizo saltar en mi lugar mirando directamente a quien estaba en la avenida.
Harry se encontraba sentado en la parte trasera de aquel auto negro mientras he de suponer que era su chófer el que manejaba el auto.
-Sube.- dijo abriendo la puerta mientras miraba hacia todas las direcciones de la calle.
-Creo que no. Tengo que ir a casa.-
-Nena, enserio, sube.- parecía desesperado.
Terminé por hacerle caso, como siempre.
Ni bien me subí al auto este arrancó con rapidez hacia alguna parte mientras Harry miraba hacia atrás buscando algo, o a alguien.
-¿Sucedió algo? ¿A donde vamos? Juro que no entiendo nada Harry.-
-Enserio estamos jodidos Sarang.- lo escuché decir -perdoname por toda la mierda en la que te acabo de meter.- llevó sus manos hacia su rostro.
-Styles, ¿que hiciste?- este iba enserio.
-Te lo explicaré todo cuando lleguemos.-
-Vas a hablar ahora.- dije dándole un ligero golpe en una de sus piernas pues este estaba demasiado nervioso como para poder decirme algo -dame tus manos.- pedí quitandome mis guantes.
-Sarang...-
-Dame tus malditas manos.- ordené esta vez.
Me estaba comportando un tanto dura con él, pero Harry había logrado asustarme aún sin saber que rayos estaba pasando.
Ni bien las sostuve entre las mías cerré mis ojos y automáticamente pude ver todo lo ocurrido.
Podia jurar que era un lugar muchísimo más oscuro que el burdel de Harry. Este se encontraba sentado alrededor de una pequeña mesa en donde varias personas hablaban y bebían sus tragos acompañados de algo que a mis ojos parecía droga.
Cada uno de aquellos individuos había dejado un sobre manila en frente de Harry que con una sonrisa de satisfacción miraba a todos y a cada unos de sus queridos "amigos".
-¿Que se supone que intentan hacer?- Harry murmuró curioso mientras abria com curiosidad uno de los sobres -primero que nada no acepto sobor...- se quedó callado ni bien miró el contenido del sobre -¿que se supone que es esto?-
Todos se quedaron en silencio mirando de manera retadora al de ojos verdes que lucia molesto.
-¿Tu que crees que eso sea?- uno de ellos murmuró.
ESTÁS LEYENDO
Sarang;; h.s ||1||
Fanfiction"En verdad lamento ser tan difícil." Todo fue un accidente. ||Primer libro de la serie "Serendipia."|| [Algunos errores ortográficos sin editar] [lenguaje explícito, violencia, etc.] [Actualizaciones lentas]