Extra #3

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-No es justo.- dijo Leene.

-Ya no existe nuestra amistad, traidora.- ahora Anne.

-¡Están locas mamá!- pude ver a Alex cubrirse las orejas.

-Niñas... solo las cambié de lugar, no es para tanto.- seguí conduciendo -eso es para que aprendan a no pelear cuando están en el auto.- miré de reojo a Molly que estaba sentada en el asiento del copiloto con el cinturón de seguridad mientras cruzaba sus brazos molesta.

-No estábamos pele...- miré a Anne por el espejo retrovisor mientras levantaba una ceja.

Hace aproximadamente quince minutos las tres empezaron a gritar y a hablar sin parar mientras cada una sostenía de un lado diferente un pequeño conejo de felpa. No dejé que las cosas siguieran así que estacione el auto y le ordené a Molly que se sentará en el asiento del copiloto porque esta no era la primera vez que sucedían este tipo de peleas por cualquier cosa en el auto.

-¿Cuánto más planeas estar enojada?- pregunté a mi hija mayor que no me respondió solo volteó a ver por la ventana -Molly, tienes que entender que no puedes pelear por todo lo que tus hermanas toquen o con lo que sea que estén jugando, tienes que compartirlo, ¿entiendes? Así como Alex comparte la leche de fresa con ustedes.- di un pequeño ejemplo.

-Quiero a papá.- fue lo único que salió de su boca.

-Estamos yendo a la fiesta de cumpleaños de papá, pero por favor Molly no quiero que...-

-No quiero hablar contigo, señora amargada.-

Pude escuchar como Alex chilló al escuchar a su hermana y pude ver como aquellos tres se miraban haciendo muecas de exageración. Por favor tengo que lidiar con esto casi todos los días, Molly ahora con ocho años era algo que no podía manejar cuando Harry no estaba a mi alrededor, ella es... impulsiva y se podría decir que cuando se enoja yo siempre soy la mala persona solo porque intento hacerle ver los errores que ha cometido y que aprenda de ellos. Su carácter me recuerda al de su padre y quiero patear a Harry por eso, aunque no tiene la culpa pero... ya saben.

Nadie habló después de aquello a excepción de Alex que tarareaba una de las canciones que estaban en la radio y estaba sumido en su propio mundo. El menor de los Styles tenía cuatro años, aún intentaba estar cien por ciento segura pero creo que en estos últimos años observando el comportamiento de mi hijo pequeño... creo que de algún modo él también es psicometrico. Sinceramente se me hacía imposible... es decir ni Molly, ni las gemelas mostraron signos de que pudieran hacer lo mismo que yo, pero Alex si e intento estar preparada para todo lo que ocurra con ese tema porque se como se siente cuando no sabes que rayos está ocurriendo a tu alrededor. Trato de ser cuidadosa pero es difícil porque es demasiado pequeño aún.

-¿Papá nos está esperando?- Leene preguntó.

-¡Duh! La fiesta es en casa, así que de todos modos aunque papi no quiera estaremos ahí.- Anne respondió.

-Pero creo que le encantará mi regalo.- Alex murmuró.

-¡El nuestro también!- dijeron las gemelas al unísono.

-Y el de Molly también.- agregue.

-¿Y tu regalo mamá?- Anne preguntó -¿No le compraste algo?-

-Claro que tengo su regalo, soy yo.- reí y los vi por el espejo hacer una mueca de asco a los tres.

-A papá le gustan los juegos de mesa, podrías comprarle uno.- opinó Leene.

-¡No! Mucho nos gana en ellos, así que no.- respondió Anne.

-Es porque no saben jugar.- Alex murmuró.

-Creo que es momento de calmarse.- llamé la atención de aquellos tres -ya estamos llegando y por favor quiero que saluden a todos y que se porten bien, nada de peleas, nada de gritos, nada de desastres.- dije a medida que estacionaba el auto.

Sarang;; h.s ||1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora