Sarang;; h.s ||1||

Capítulo 23

-¡Harry está aquí!-

-¡Arrasa con todo hombre!-

Yo me encontraba de pie en un lugar que parecía un club o algo así, la música hacia eco en mis oídos y podía ver como varios jóvenes que no pasaban de los diecinueve años levantaban las manos con vasos posiblemente llenos de alcohol.

A lo lejos pude ver aquella cabellera rizada y esa sonrisa de superioridad dibujada en su rostro, en una de sus manos había un cigarrillo y en la otra una botella completa de whisky o algo así.

Este bebía de ella como si de agua se tratase y hasta parecía estar completamente borracho.

-¡Harry pagará todo esta noche!- un tipo dijo mientras sostenía de los hombros a este que asentia en respuesta y levantaba su tarjeta de crédito haciendo que todos le aplaudieran y festejaran.

Lentamente me acerqué hacia donde Harry estaba y podía escuchar todo: como esas personas hablaban acerca de él y susurraban a sus espaldas.

El ojiverde se veía cansado de todo, su rostro pedía a gritos ayuda y yo estaba parada en frente de él mirando como sus ojos se ponían tristes y como se tambaleaba intentando mantener el equilibrio.

Él lucia diferente, un pequeño adolescente completamente sin sentido por el cual vivir.

Intenté tocarlo pero justo cuando me moví todo había desaparecido. Estaba en un lugar completamente oscuro. Sentía mi cabeza doler y mis oídos empezaron a pitar hasta el punto en donde no podía soportarlo más.

Cuando abrí mis ojos me encontraba en un lugar distinto.

Era de noche, estaba en algún tipo de pasillo oscuro y parecía estar lloviendo a cántaros afuera. Empecé a caminar mientras la madera de aquel suelo rechinaba.

Me dirigía hacia la única puerta que había, esta estaba en el fondo y están un poco abierta por lo que me fue más fácil entrar con cuidado.

Una gran cama completamente ordenada fue la que pude encontrar ni bien entré, a mi alrededor todo estaba bien, lucia completamente normal.

Pero no tengo que hablar tan rápido, vi como un niño de cabellos rulosos estaba hecho bolita justo a los pies de la cama. Escuchaba los sollozos fuertes que este soltaba y como sostenía su ropa con fuerza intentando fundirse en el piso o algo así.

Me arrodillé en el suelo mirando los cortes, y aquellas heridas frescas en los brazos del niño.

-¿Harry?- este no podía escucharme pero de todos modos yo estaba ahí esperando a que diera señales de que estaba bien.

De repente este levantó su mirada llorosa. Su precioso rostro estaba lleno de hematomas, habían partes inflamadas aún y... se veía mal.

Lo vi temblar cuando la puerta se abrió, este rápidamente se colocó de pie a pesar del dolor, limpió sus lágrimas lastimandose en el acto y miró a aquella persona que había entrado a la habitación.

Sus manos estaban temblando tanto que las escondió detrás de su espalda.

Y ahí lo pude ver, un hombre de cabellos castaños y de traje había entrado mirando intensamente a Harry que temblaba en su lugar.

-¿Lo hiciste?- dijo de manera firme.

Este simplemente asintió aún con lágrimas a punto de desbordar sus ojos, lentamente lo vi señalar algo y ahí pude ver una pistola tirada en el suelo.