-Teníamos una promesa, Sarang.- dijo el mayor cruzado de brazos apoyándose contra mi auto justo afuera de mi casa.
Hace un par de días, luego del fiasco de nuestra "cena" ni siquiera le he contestado las llamadas, puede que este evitandolo un poco, pero quería pensar con claridad aun, ¡alguien debe de entenderme! No todos los días te das cuenta de que uno de tus amigos está metido en negocios más turbios de los que ya conoces. Recuerdo la promesa que hemos hecho y que es injusto para él, pero... ugh.
-¿Podrías siquiera mirarme? Ya me siento de lo peor y no necesito que me lo recuerdes más.- dijo a lo lejos.
Yo solo sostenía las bolsas de basura y las metía dentro de la cubeta a donde pertenecían pensando en que hacer y como voltear ahora sabiendo que este estaba detrás mío. Tomando todo el valor que tenía me di la vuelta intentando volver a entrar a mi casa pero este me detuvo colocando ambas de sus manos en mis hombros y obligandome a quedarme justo en frente de él. Hoy traía algo fuera de lo normal a mi parecer, pero se veía más caliente que el sol de verano: una camisa color negra dejándome ver los tatuajes de sus brazos y traía sin abotonar los tres primeros botones dejándome ver tatuajes que nunca había imaginado que este tenia en su pecho y parte de su estómago, tenía unos jeans desgastados en la zona de las rodillas y unas converse negras de caña alta.
Se veía precioso, pero eso no quitaba el hecho de que siga pensativa acerca de todo esto.
-Hoy no, Harry.- intenté esquivarlo pero nuevamente me detuvo.
-Hoy si, y no pienso irme a ninguna parte hasta que las cosas vuelvan a ser como antes.- parecía determinado.
-Eres odioso.-
-¿Ves? Ya estás hablandome, es un avance.- sonrió esta vez sin burla absoluta -Por favor, deja de mirarme así.-
-¿Por qué tanto empeño en todo esto?-
-Porque eres la única amiga que he tenido y no quiero que todo se arruine... bueno, no ahora.- respondió -y se que soy lo mismo para ti.- dijo confiado.
-¡Cla-claro que n-no!- dije rápidamente -tengo muchos amigos.-
-¿Ah si?- sonrió ahora con burla -nombra tres de ellos.- estuve a punto de hacerlo pero este nuevamente habló -tus empleados no cuentan.- no me quedó de otra que cerrar la boca.
Soy lamentable.
-¿Ves? Somos casi iguales.-
-No somos iguales.- dije rápidamente.
-Claro que sí.- me contradijo ahora tomándome de las manos de manera juguetona y moviendo nuestros brazos de un lado al otro -en cierto modo somos iguales.-
-Quiero golpea...- ambos nos miramos confundidos al escuchar como un auto aparcaba justo a unos metros de nosotros.
En cámara lenta pude ver a mi madre bajar de ese auto. Juro que de no ser por Harry que me sostenía, ya habría caído al suelo del susto que me dio y lo peor es que miraba a Harry como si de un milagro de la vida se tratase. La cara de furia que traía al bajarse del auto había desaparecido y fue reemplazada por una sonrisa brillante, que me asustó aún más.
-¿Quien es ella?- Harry susurró soltandome lentamente.
-Mi madre.- dije en un hilo de voz.
Cada paso que daba hacia mis piernas temblar, posiblemente esta está aquí en mi casa para matarme por el tema del dinero todos los meses, pero parece que cambió de propósito.
-Buenos días señora.- de repente el primero en hablar fue Harry.
-Muy... buenos días diría yo.- ahora me miró -Sarang, ¿quien es este encantador muchacho?-
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Sarang;; h.s ||1||
Fanfiction"En verdad lamento ser tan difícil." Todo fue un accidente. ||Primer libro de la serie "Serendipia."|| [Algunos errores ortográficos sin editar] [lenguaje explícito, violencia, etc.] [Actualizaciones lentas]