El pergamino de Tisza. [J.R. 2]

Capítulo 16

—Bonito camello —dice una voz a mis espaldas mientras le entrego las riendas a mi mozo de cuadra, y tras darle la dirección o más bien el nombre de la familia de Cassius, este se lo lleva para prepararlo para su regreso; mientras me giro para encarar a Kosei con una expresión tranquila—. Excelente calidad, pero no es parte de tu colección.

Pensando en el rey de Roma.

—Es de un amigo.

—¿Un amigo? —repite fingiendo sorpresa—. Debe de ser alguien muy importante como para haberte hecho desaparecer prácticamente toda la tarde. Quizá debería de conocerlo.

—De querer escuchar un sermón, hubiera acudido a los aposentos reales, Kosei, así que, ahórratelos —le respondo al chico mientras comienzo a caminar al interior del palacio—. ¿Qué puedo hacer por ti, Cassius?

—¿Cassius? —exclama y me quedo de piedra al descubrir mi error—. ¿Así se llama el dueño de ese camello?

—Kosei —me corrijo ignorando sus palabras—. ¿Qué se te ofrece? Si no es algo sumamente importante, supongo que te pediré, te retires a tus aposentos.

—Bueno, supongo que la noticia que me ha llegado hace unas horas de mi hermano no te interesan.

—¿Dakarai? —me aventuro con un poco de esperanza, pero al ver la mirada de piedra de Kosei, se que no es él—. No me interesa saber nada de él.

«Mentirosa» susurra mi subconsciente.

Y al parecer Kosei piensa lo mismo ya que escucho su risa estallar.

—Oh, vamos. Sé que te importa un poco mi querido hermano, princesa.

—Mi única prioridad es encontrar a mi hermana. Lo que suceda con tu familia y con tus hermanos...

—Oh, tranquila. Ella apareció hace unas horas. Tu padre está molesto con ella, pero aún así, se encuentra sumamente aliviado de que su heredera haya regresado. O mejor dicho, su ex-heredera.

Al escuchar sus palabras, mis puños se cierran con fuerza y mis uñas se incrustan en mis palmas mientras trato de retener aunque sea un poco más de tiempo mi paz interior que se está desmoronando como un pequeño castillo de arena frente a una tormenta.

—Que pases buena tarde, Kosei —me limito a decir mientras lo dejó atrás.

Parte de mi pica de curiosidad por saber las buenas nueva de Amun, pero algo de lo que le dije a Kosei es verdad, mi única prioridad en estos momentos es mi hermana.

Debo saber como se encuentra.
Debo saber si no la he perdido como al parecer estoy perdiendo a las personas en estos días.