Todos los criados se sorprendieron al verme fuera de mi habitación y traté con todas mis fuerzas de no sentirme avergonzada ante sus miradas.
Estoy prácticamente escuchado sus pensamientos como si me los estuvieran gritando, pero aunque no estén siendo pronunciados, puedo verlo en sus miradas, pero ellos no lo entienden.
Necesitaba tiempo.
Aún lo necesito. Pero hay asuntos más importantes que necesitan de mi especial atención.Más si uno de ellos es un maldito monstruo del Duat. La maldita serpiente Apofis ha decidido tomar forma humana y ahora se encuentra paseando entre mis pasillos y no lo voy a permitir.
Me muevo de manera silenciosa por los pasillos, con mi camino en mente, y cuando las piernas amenazan con fallarme y el corazón duele como nunca, llego a mi destino.
Las puertas de la alcoba de mi madre se encuentran cerradas ante mi.
Ninguna risa, ningún susurro.
Esta misma alcoba en algún momento iba a pasar a ser de mi hermana, y ahora...
Toco con suavidad la madera y cuando está se abre, veo a la nana de mi hermana, mirándome.
—Tisza. —me saluda y la pobre mujer no se ve para nada bien.
Al parecer Maat dejó más corazones rotos de los que hubiese llegado a imaginar.
—¿Está...?
—Muy débil. Está descansando en este momento.
—¿Sabes que fue lo qué pasó? Nadie quiere decirme cómo..., cómo murió. Y mi padre...
—Ven. Acompáñame a recoger unos encargos. —me pide saliendo de los aposentos y hasta que no nos encontramos a varios metros de la puerta no comienza a hablar—. Tus padres estaban por cenar. Menes estaba..., estaba en su cuna, durmiendo. Tú madre le quito el vino a tu padre por esa noche, desconozco el motivo pero así lo hizo. Dejó la copa al lado de la suya y debió de haberse confundido al beber porque...
—¿A qué te refieres? No estoy...
—Intentaron envenenarlo, Tisza. Tú madre por equivocación bebió un sorbo de la copa de tu padre pensando que era la suya, por eso está débil y la muerte de Menes no ha ayudado mucho a su salud.
—¿Intentaron envenenar a mi padre? ¿Cómo es...? —comienzo pero niega fervientemente.
—No lo sabemos. Todo fue..., extraño. Y demasiado silencioso. Cuando tu padre llevó a tu madre a la habitación cuando los efectos del veneno comenzaron a hacer efecto en ella, fue cuando encontraron a Menes. Le habían..., le habían..., ¡Oh, Osiris, fue horrible! Cuando llegué...
—¿Con qué fue envenenada mamá? ¿Lo sabes?
—El Beso.
—¿El beso? ¿Qué es eso?
—Hace algunos años, cuando la dinastía estaba estableciéndose, las ofrendas abundaban día y noche. Entre ellas venía una caja con pequeñas vasijas llenas de un veneno demasiado suave para ser detectado, casi como un beso. Tú tatarabuelo lo bautizo como "Beso de los dioses." Pero desde ese entonces no se sabe de dónde provino realmente y cómo llegó hasta nosotros. No es una planta muy común por los alrededores, ademas, las vasijas con el veneno fueron desechados cuando tú abuelo asumió el trono. No sabemos de dónde proviene esto. Han pasado muchas cosas desde el día en que tu hermana partió.
—¿Crees que mejorará? —le pregunto y cuando veo el rostro de la amiga de mi madre contraerse en una mueca de dolor, sé que los días de mi madre están contados también—. ¿Por qué?
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El pergamino de Tisza. [J.R. 2]
Historical Fiction« -Los fuertes buscan fuerza, los débiles buscan excusas. Así que dime, ¿cuál es la tuya?» 🐍 Historia de la mamá del príncipe Tau de "Casada con el faraón". 🐍 Libro 2 de la serie: Joyas reales. ✖️ IMPORTANTE: no es necesario leer "Casada con el f...