Capítulo 54

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Mi cumpleaños se avecina con el pasar de los días y es increíble como el tiempo pareció desvanecerse como la arena.

Tan sólo algunos meses antes estábamos celebrando un nuevo año, y ahora, sólo faltan tres meses más para que el Año viejo le dé lugar a un Nuevo Año en nuestro calendario.

Desde el asesinato de Menes dos semanas antes, mi madre ha logrado permanecer con nosotros pero tengo miedo de cuánto más pueda permanecer así las cosas.

Y ese miedo , y las negativas de Amun a que siguiera escondiéndome tras mis nuevos deberes por no tener el valor de acudir a verla, es lo que me tiene parada en estos momentos frente a su puerta desde hace ya, varias horas.

Por alguna extraña razón, mis manos tiemblan si control mientras miro pasmada la madera oscura, pero tengo miedo por lo que sea que pueda encontrarme tras la puerta.

Dioses benditos, no puedo hacer esto.

No estoy lista. No...

—Tisza. –La voz de Tajteh me provoca un exabrupto descomunal y cuando miro en su dirección, la encuentro con los brazos cargados de varias telas y mantas—. ¿Qué haces aquí afuera? Sabes que puedes...

—Lo sé. —asiento y mi voz tiembla así que trato de ocultarlo con una ligera tos—. Solo estoy pensando. Necesito respirar un poco y...

Debes respirar. Recuerda que entre lágrima y lágrima, hay que respirar siempre para no ahogarse. ¿Podrías abrirme, por favor?

—Claro. —asiento y me obligo a despertarme de mi letargo, mientras me muevo para ayudar a la mujer con la puerta, pero cuando Tajteh desaparece dentro de la habitación, yo no le sigo.

Es increíble como un simple paso pueda parecer tan insignificante y a la vez tan espantoso.

Amun antes de dejarme, cuando prácticamente me arrastró fuera de mi habitación antes de traerme aquí, me dio la noticia de que Kosei le había informado de que se iría por unos días en lo que yo pensaba sobre mi respuesta.
No dio más detalles y la verdad no los quise pedir.
No cuando prácticamente su propuesta está agobiándome día y noche.

Tampoco mencionó cuándo partiría, pero al menos eso me dará tiempo, no solo para pensar en qué hacer con él y su propuesta, sino también para esperar un poco más respuestas por parte de Freyha.

Y ahora que lo pienso, me sorprende que aún no se haya llevado a cabo la boda de mis amigos, pero teniendo en cuenta todo los sucesos...

—Tisza —al escuchar la voz, no puedo evitar jadear mientras enfoco mi mirada.

Y ahí, ayudándose de Tajteh, se encuentra mi madre mirándome con cariño desde su puerta.

—Mamá —mi voz parece un fantasma y los temblores de mi mano se han incrementado mientras le miro.

Esta pálida y delgada. Y esos ojos hermosos... esos ojos se encuentran apagados y cansados.

—¿Se puede saber qué haces ahí parada? Ven, vamos, dale un abrazo a esta pobre... —y sin que diga más palabras, como si yo fuese unas velas de barco y la voz de mi madre una ventisca, me muevo hacia ella y le envuelvo entre mis brazos volviéndome consciente de su estado.

—Mamá... —susurro y las lágrimas comienzan a caer una tras otra, pero los brazos ni el cuerpo de mi madre vacila cuando me rodean.

—Hola, cariño —susurra contra mi cabeza y mientras nos abrazamos, una parte de mi se siente a salvo.

Una vez leí una frase que decía: mientras mamá esté bien, todo estará bien.

Pero mamá no está bien, y yo no he estado bien.

El pergamino de Tisza. [J.R. 2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora