6. ❝ ¿Quién Eres? ❞

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Limpiaba las mesas desocupadas, mientras que detrás de la barra estaba Hoseok atendiendo la caja registradora.

Ya hace apenas 2 días desde que se quedó a dormir en mi casa y ha estado preguntando cuando se repite, pero evitó tal tema diciendo que han seguido las cosas raras en casa.

Ayer me llevé la sorpresa de encontrar platos sucios en el comedor junto a un vaso de jugó a medio tomar, en la sala los cojines dispersos por los sillones y algunos en el suelo.

Cuando fui a mi habitación, al abrir la puerta me encontré con Suga saliendo de bajo de mi cama la cual por alguna estaba hecha un desastre y en un lado de ella estaba tirada mi vata de nuevo.

Hoseok:- ¡T/n cuidado! – escuche que grito Hoseok sacándome de mis pensamientos.

Voltee a verlo, pero sentí como algo caliente caía sobre mí y como algo caía al piso. Me tropecé en el camino con uno de mis compañeros, todo el café callo sobre mi y la bandeja en el suelo.

Absolutamente todos los comensales nos miraron y comentaban algunos preocupados y otros solo para burlarse. Sentí que alguien pasó su mano por mi espalda media para luego colocarla sobre mí hombro. Era Hoseok.

Hoseok:- T/n, ¿te duele? – pregunto a mi lado, mientras que mi compañero recogía todo.

Me agaché para ayudar con lo que faltaba, pero Hoseok hizo que me parará y él lo hizo por mí. Me sentía apenada por lo desprecavida que fui, las miradas de algunos clientes metiches y mi uniforme manchado.

T/n:- Quiero disculparme no puse atención por donde caminaba – hice una reverencia a mi compañero y a los comensales.

Pronto llegó mi jefe y me dijo que me fuera a casa para que me aseara, que mañana regresará normal. Él se disculpo con los clientes, he hizo llevarán la orden de nuevo a la mesa, pero esta sería a cuenta de la casa. Me marché a casa lo más rápido posible, evitando las miradas raras de la gente.

 Me marché a casa lo más rápido posible, evitando las miradas raras de la gente

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En mi edificio me encontré con Don Thomas en la entrada. Me preguntó preocupado porque estaba en ese estado y respondí igual que siempre a su pregunta, pero no extendí la conversación para llegar a mi pieza.

Cuando estaba por abrir escuché  movimiento dentro. Primero pensé en un asaltante, aunque esa idea desapareció al recordar todas las anomalías que encontré cada vez que llegaba del trabajo.

Abrí con cuidado de no hacer ruido alguno y me adentre de igual forma. Observe al rededor, en la sala la televisión estaba encendida, la cocina el refrigerador mal cerrado y platos en el comedor.

Gire para ir a mi habitación, pero me detuve enseguida al ver una figura que impedía caminar por el pasillo.

Un completo extraño estaba en mi casa usando una de mis vatas, una que tantas veces encontré tirada por el departamento.

No me quedé observándolo mucho tiempo, corrí hacía la puerta en busca de ayuda, pero antes de poder abrirla me sostuvo de la cintura y tapo mi boca, evitandome gritar. Me apego a su cuerpo, pude percatarme que mi vata era lo único que traía puesto.

Me llevó a la sala sentadome en uno de los sillones y me soltó, no sin antes advertirme que no gritara.

T/n:- ¡AYU...! – cubrió con su mano mis labios antes de terminar.

Me repitió su advertencia y me dijo que no le haría nada malo a su dueña, cosa que me dejó confundida. Quito de manera lenta su mano. Al ver que no grite pasó amabas manos por su cabeza. De su cabeza se alzaron dos orejas felinas de color blanco.

Volví a gritar pero esta vez de sorpresa y un tanto de miedo, pero de nuevo fui callada por ese extraño.

My Tsundere Kitten | ꜱᴜɢᴀ × ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora