T/n:- ¿Quién eres? - pregunte cuando me dejo libre de hablar.
- Tú me llamas Suga, pero mi nombre es Min Yoon Gi - respondió en un tono serio.
T/n:- ¡Suga es mi gato! - grite con molestia, ocultando mi sorpresa y curiosidad.
En respuesta tuve un hisseo de parte del hombre frente a mi, pero más sorprendente ver como de un hombre más alto que yo se transformaba en mi pequeño gato albino, de nuevo hisseo.
Totalmente callada observaba a mi gato sobre el sillón, su lomo cubierto por mi vata. De nuevo comenzó a transformarse. Sabía que sería en ese hombre, por lo que me tape la cara para no ver más de la cuenta.
Sentí como unas manos querían bajar mis brazos. Observé al hombre que al parecer era mi gato Suga. Su piel era muy blanca y lisa, sus ojos oscuros como la primera vez que los mire, su cuerpo tenía una complexión delgada, su cabello albino era lucido por sus orejas de igual color y por lo que note antes es mal alto que yo.
T/n:- ¿Suga? - pregunte con un tono que parecerá triste.
Suga:- Soy Yoongi - corrigió con molestia - ¿ahora me crees? - inquirio.
T/n:- No, no esto debe ser una broma - cerré mis ojos varias veces, pero él seguía frente a mi - es tan irreal, difícil, ¿cómo es que tú... - pause - ¿qué eres? - corregí mi pregunta.
Suga:- Soy un híbrido gato, no existen muchos de mi especie y los que existen se ocultan con su forma animal, solo pocos se mezclan entre los humanos como uno más - explicó con un tono serio y firme.
T/n:- ¿Híbrido?, ¿tu especie?, ¿humanos? - dije tratando de comprender.
Todo era nuevo. Se supone que los padres cuentan historias de fantasía y alguno que otro mito para dormir o entretener a sus hijos, pero son sólo historias nada más.
Y miren ahora tengo delante de mi a un sujeto que me demostró ser uno de esos seres de las historias de fantasía que cuentan la gente.
Suga:- Maldición, no lo repetiré - dijo molesto.
T/n:- Oye que te esperabas, me vas a decir que enterarte que tu gato es mitad humano de la noche a la mañana es de lo más normal - contesté de igual forma.
Suga:- Los humanos jamás entienden nada, si no hubieras llegado antes no habría pasado nada de esto - se cruzó de brazos.
No tenía manera de contestar. Mi mente no quería aceptar la información nueva, era ridículo. Solo lo observe.
Suga:- Vete a bañar hueles a café y a pan dulce - me dijo volteando su vista.
Recordé la razón por la que había regresado antes, suspiré con pesadez y me dirigí a mi cuarto en busca de un cambio. Una ducha era lo que necesitaba ahora más que nunca.
Cuando salí ya vestida me encontré con Suga aún con su forma de humano, solo que tenía sus orejas y cola adornando lo. Me acerque a él y hable.
T/n:- Así que, híbrido - suspire y me senté en la sala, él me miraba con desinterés - aún no lo puedo creer - me interrumpió.
Suga:- No tienes que creerte lo, yo me iré - antes de que se levantará del sillón, hable deteniendo su marcha.
T/n:- Pero por lo que veo es verdad, nadie que conozca puede hacer lo que me mostraste antes ni tiene orejas y cola de gato, excepto tú - dije observándolo - no me molestaría cuidarte como mi gato o híbrido - dije mostrando una sonrisa.
Suga:- ¿Cuál es la trampa? - pregunto desconfiado.
T/n:- No hay ninguna yo te adopte, así que soy responsable de ti.
Suga:- Puedo cuidarme solo - dijo serio.
T/n:- Y entonces, ¿qué hacías en la perrera cuando te conocí? - pregunte algo insegura.
Suga:- No puedo andar por las calles desnudo, tenía que estar en mi forma gatuna y si esos malditos me atraparon no es mi... - me dijo enojado, pero de pronto se detuvo y quito su mirada de mí - no tengo porque darte explicaciones - se levantó del sillón.
T/n:- Claro que si, soy tu dueña y tú mismo lo dijiste antes - dije algo risueña, pero demostrando confianza - no veo la necesidad de ocultar algo, después de todo ya se lo que eres en realidad - recargue mi cabeza en mi mano.
Reprochó por mi actitud tan interesada en él, pero aún así fuera de mala gana lo hice contarme más de él.
Hoy fue un día lleno de sorpresas.
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My Tsundere Kitten | ꜱᴜɢᴀ × ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ
Fiksi PenggemarT/n una joven de 23 años de edad, vivía con una típica rutina que consistía en ir del trabajo a casa y ocasionales salidas. Harta de la monotonía de su vida cotidiana y de soledad que está implicaba, decidió adoptar a un pequeño felino para hacerle...