VIII

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VIII. Chocolate Sueco.





El sonido de un cuchillo al pasar por el lado izquierdo de mi rostro para terminar clavándose en el cuadro frente a mi, es lo que me advierte de la presencia de Landon en la biblioteca.

—Psicópata hijo de puta. —Digo girándome para verlo.

Landon está ahí, sonriéndome, vistiendo un traje de estampado colorido. Apostaría todo lo que tengo a que era Gucci. En su mano derecha sostenía un racimo de uvas, de las cuales arrancó una y se la metió a la boca. Lo miré aburrido, esperando a que hablara.

—Mis padres te mandan saludos, estoy seguro que te quieren más a ti que a mi. Especialmente mi papá Harry. —Dijo en broma, sus padres me tenían en gran estima y yo a ellos, pero a Landon le gustaba bromear diciendo que me querían más a mi.

—¿Qué te trae a Dinamarca? No planeaba verte pronto, por cierto, ¿quien te dejó pasar y por qué no me avisaron? —Cuestioné tomando el cuchillo que él había arrojado instantes atrás.

—Vine para cogerme a tu hermana. —Hice una mueca de asco, no me interesaba conocer la vida sexual ni de Landon o de Dione. —Y por si no lo recuerdas, todos aquí me aman, hasta tu padre que parece odiar a toda la población humana, así que puedo entrar y salir de aquí a mi gusto, soy como el hijo pródigo de Dinamarca.

—O el hijo bastardo. —Sentencié y él se rió como si hubiera contado el mejor chiste en la historia.

—¿Y bien? ¿Intercambiamos información?

—Ah, no creí que realmente me ayudarías. —Dije con honestidad, él me miró casi herido.

—¿Por qué dudarías de mi ayuda? ¿Acaso no te he ayudado en todo? En la vida y en la muerte, Kian. En la vida y la muerte.

—Esto es diferente, aún no sé toda la verdad, y por lo que sospecho, cuando finalmente encuentre la piezas  restantes del rompecabezas, me temo que los involucrados estaremos en peligro. Mis hermanos...

—Yo no soy tu hermano, Kian, yo no necesito que me protejas. —Landon me interrumpió negando. —Voy a ayudarte. En la vida y la muerte. —Repitió.

—En la vida y la muerte. —Repetí la oración.

Una oración que literalmente nos había unido en la vida y la muerte.

—¿Me ibas a decir lo que descubriste? —Lo apremié y Landon asintió.

—Te lo pondré sencillo, ¿dónde quieres iniciar, Suecia o Belgium? —Dijo llevando otra uva a su boca.

—Interesante que lo preguntes, justo me apetecía un poco de chocolate sueco. —Respondí y volví a clavar el cuchillo en el cuadro detrás de mi.



⚔️⚜️⚔️



Dione


—¿Vienes con nosotros? —Landon me invitó, pero por las facciones de Kian sabía que no era bienvenida.

—Aunque quisiera ir y joderle el viaje a Kian, nuestras clases han iniciado y papá nos tiene a Dion y a mi sujetos al castillo para que estudiemos. Ese era el trato para poder dejar el internado y lo tenemos que respetar. —Informé declinando su oferta. Dion gruñó junto a mi.

—¿A qué van a Suecia? —Se interesó mi mellizo, Landon miró a Kian como si buscara aprobación para responder.

Mi hermano mayor suspiró. —Hay una chica que me interesa...

H A I L  |K.M.|  #4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora