XLIII |2|

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(Hay un nuevo capítulo previo a este, por si Wattpad no les avisó.)










Capítulo Final



XLIII. Un Brindis al Rey.


Cuando una serpiente se infiltra en el palacio, es señal de mal augurio, pero si la corona ya es presa de una maldición, ¿qué daño podrá ser peor?

-HAIL.



Kian


Algunas veces tienes que elegir entre tu propio bienestar o el de los demás, la pregunta es, ¿cuál vas a elegir?

Siempre digo que daría la vida por mis hermanos, por mi padre, por Landon, pero, ¿realmente lo haría?

El instinto de supervivencia es lo que nos lleva a actuar ante una situación de peligro, cuando este se activa, no importa la familia, ni los amores, ni los amigos, sólo quieres salvarte a ti mismo.

La supervivencia puede llegar a ser un acto de egoísmo, pero una vez más, ¿no es que en el fondo todos somos unos egoístas que quieren vivir?

O en su defecto, morir.

Dos noches atrás, cuando me enteré que las pesadillas de Dion habían regresado, me dije que no podía seguir con mi juego estúpido, tenía que darle un final a todo esto, no podía poner en riesgo la vida de mis hermanos por un capricho mío, pues si la situación se daba, no iba a querer elegir entre su vida o la mía. No podía.

Luego de dejar la recámara de Eris fui e hice lo que tenía que hacer antes de la cena de esta noche, mi plan ya estaba en marcha.

Horas después, cuando la cena estaba por comenzar, Enzo me hizo saber que Emma había llegado, así que revisando que mi traje estuviera en orden, salí de mi alcoba para recibirla, Eris había dejado claro que no me iba a servir para lo que la quería, y en el fondo lo sabía, quizá por ello ya había pedido a Emma que viniera a la cena con un día de anticipación.

Estaba nervioso, no lo ocultaré, pues si algo salía mal esta noche, todos estaríamos acabados, el perpetrador diría jaque-mate y el juego se habría terminado.

Emma me esperaba en el salón principal, al verla, con un vestido dorado luciendo particularmente hermosa, casi sentí pena con ella. Emma no merecía nada de lo que pasaría, pero de todas, estoy seguro que ella es la única que terminará por comprender la situación y me ayudará.

—Príncipe Madsen, feliz Navidad. —Ella hace una reverencia y yo le sonrío antes de tomar su mano y besarla.

—Feliz Navidad para ti, Duquesa Håkansson. —Regreso el saludo y después le ofrezco mi brazo para que lo tome mientras avanzamos. —La cena será en el salón de los bailes, es una escena especial, así que no se llevará a cabo en el comedor. —Le hago saber y ella asiente.

—Me sorprendió que me invitaras, ustedes siempre pasan Navidad solos, en familia. —Comentó cuando estábamos por atravesar las puertas del salón.

—Si, pero este año el rey decidió que sería buena idea tener más invitados, igual sólo se invitó a personas cercanas a nosotros. –Respondí y ambos entramos al salón.

H A I L  |K.M.|  #4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora