H A I L |K.M.| #4

XXXVII |2|

XXXVII. Verdades a Medias.

Sacar a un muerto de un país para enviarlo a otro, puede considerarse difícil.

A menos que seas el rey del país que lo envía, o que seas el rey del país que lo recibe.

Ese mismo día, apenas unas horas más tarde, Vince y Rune habían regresado a Belgium con el cuerpo sin vida de Daan.

Vince ya había hablado nuevamente con Kian y el rey, y habían llegado a otro acuerdo para así saber lo siguiente que harían, ahora no se trataba de simples ataques hacia Dion y a la antigua reina de Belgium, ahora se trataba de una muerte, de un jodido asesinato.

El rey, por seguridad, había ordenado que el resto de todos los presentes (desde el empleado hasta los duques que estaban de invitados) se quedaran en el castillo de Dinamarca. No dijo que en realidad su mayor objetivo era vigilarlos a todos, así mismo porque sentía que la persona infiltrada seguía estando ahí. Y la verdad es que nadie lo vio a mal, el resto simplemente vio a un rey preocupado... el error era ese, no ver que el rey se encontraba maquinando, y cuando el rey hacía eso, normalmente aparecía un muerto.

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Dos días después de que Vince y Rune se marcharan, Dione mordió su labio inferior reprimiendo las ganas de llorar. Necesitaba hablar con alguien, contar todo lo que había sucedido, pero no quería ir con Dion, sabía que él no la juzgaría, pero no quería preocuparlo.

Alrik la evitaba lo más que podía, sentía vergüenza ante ella y Landon, se sentía como un intruso entre aquellos dos, y sin olvidar que él estaba comprometido. Por otro lado, Landon trataba de animar a Dione, aunque ella no quería verlo a él, pero a decir verdad a Landon no le importaba lo que habían hecho, lo que le importaba y preocupaba era haber estado drogado.

Eran las cinco de la mañana del día martes cuando Dione no resistió más y fue a la habitación de su hermano mayor. Golpeó la puerta exactamente cuatro veces antes de que esta se abriera. Kian apareció frente a ella, tallándose los ojos, luciendo aún soñoliento. Y eso la hizo sentir peor, Kian apenas y podía dormir, y cuando lo lograba, ella iba a despertarlo.

—¿Qué pasa? ¿Está bien Dion? —Preguntó con voz ronca y entonces reparó en el puchero que estaba haciendo su hermana. —Hey, ¿qué tienes? —Se apresuró a decir antes de jalarla con suavidad y hacer que se adentrara en la recámara.

Cerró la puerta con seguro y guió a su hermana hasta sentarse en la orilla de la cama. —Perdón por despertarte, pero hay algo que tengo que contarte. —Respondió y sus ojos se cristalizaron.

Por un momento de ingenuidad él creyó que su hermana le diría que estaba embarazada, o algo así, nunca se preparó para lo que ella diría.

—Dime. —Animó con voz gentil, incluso estiró su brazo con la intención de abrazarla pero ella no lo dejó. Kian entendió que no debía tocarla, sólo limitarse a escucharla.

—La noche del baile, yo... yo terminé por acostarme con Landon. —Soltó su hermanita, Kian continuaba atento, aunque un poco confundido, ¿para eso lo había despertado?

—Ya sé que tú y Landon están técnicamente juntos. —Habló Kian al ver que su hermana no continuaba.

—Y también me acosté con Alrik. —Kian estaba lejos de juzgarla, es decir, él se metió con su prometida, pero, ¿había escuchado bien? Realmente no quería saber nada de la vida sexual de su hermana. —Al mismo tiempo. —Agregó como si no fuese lo suficiente obvio para Kian.