XI. Seguridad.Dinamarca
Dion
—Mi padre tiene preferencia por ustedes solo porque son hombres. —Dione reclamó y yo rodé los ojos. Recién se había dado cuenta que mi padre había contratado a un profesor para que me diera clases de pintura.
—No, papá no tiene preferencia por nosotros, mucho menos por ser hombres. Es solo que Kian y yo tenemos intereses en algo y papá nos apoya, en cambio tú no tienes interés por algo en específico, ¿cómo quieres que papá te ayude cuando tú no muestras interés en nada? No tienes ninguna meta, Dione, solo te dejas llevar por la corriente. —Expresé sin medir mis palabras.
—Dios, no, tú no Dion. Ya bastante tengo con Kian sobre analizando todo lo que digo y hago, así que ahórrate tus palabras. —Dijo y yo me encogí de hombros.
—No se necesita ser un genio para darse cuenta del trasfondo de tus acciones y palabras. Escucha, algún día vas a encontrar algo que te interese, y estoy seguro que cuando ese día llegue papá te apoyará, y aún si no lo hace, sabes que yo lo haré, así que ya déjate de tu dramatismo. —Dije antes de pasar mi brazo sobre sus hombros y atraerla hacia mi para abrazarla.
—Ugg, no sé por qué ustedes son tan afectuosos, me dan asco. —La voz de Kian se escuchó en el salón principal donde mi melliza y yo nos encontrábamos.
—Sólo estás celoso porque tú no recibiste suficiente muestras de amor. —Dione replicó siguiéndole el juego a Kian.
—En realidad recibí más amor que ustedes, por si no lo recuerdan yo si... —Nuestro hermano mayor se calló abruptamente, pasó una mano por su rostro y después negó. —Estoy cansado del viaje, me voy a descansar. —Nos hizo saber y continuó su camino.
Dione y yo nos miramos algo extrañados. —En ocasiones Kian me preocupa, siento que es demasiado joven para tener tantas... responsabilidades. —Fue el único comentario que mi hermana hizo.
Pero yo presentía que había algo más, Kian era extraño, si, pero de los tres, sentía que él era el más jodido por obvias razones.
A diferencia de nuestro hermano mayor, nosotros no sentíamos la ausencia de nuestra madre pues nunca llegamos a tener contacto con ella ya que murió en el parto. Pero Kian, él había pasado años con mamá, había compartido momentos con ella, y puedo llegar a imaginarme lo duro que debió ser para él perderla tan pequeño, cuando más la necesitaba. Si, papá le -nos- dio todo su amor, pero siento que para Kian no debió ser lo mismo, básicamente a él la vida le arrebató amor, un amor que nunca nadie podrá llenar o siquiera intentar remplazar.
Mierda, Kian si que debía estar jodido y yo nunca me había detenido a pensarlo.
—Voy a verlo. —Le dije a Dione y ella me miró enarcando una ceja.
—¿Para qué? —Se interesó.
—Solo quiero hacerlo, es mi hermano. —Respondí lo obvio y ella asintió sin importarle.
—Está bien, yo voy a dormir, ya es tarde. —Me dijo. —Que tengas buena noche.
—Tú también. —Contesté y me alejé yendo a buscar a Kian.
Recorrí los pasillos que conocía a la perfección hasta llegar a la habitación de mi hermano, golpeé la puerta cuatro veces y finalmente se escuchó como se removía el seguro para terminar abriéndose la puerta.
—¿Qué quieres? —Kian inquirió rascando su nuca. Miré su atuendo, seguía con el mismo traje, solo que el saco había desaparecido así como su corbata. Su rostro realmente lucía cansado ahora que lo miraba más de cerca.
—Quería hablar contigo. —Respondí y él se hizo a un lado indicándome que pasara.
Me adentré en su habitación escuchando cómo cerraba la puerta pasándole seguro, fui directamente a su cama y me senté en la orilla del colchón. —¿Estás bien? —Kian habló y pude notar la preocupación que expresaba. —¿Tus pesadillas...
—No, ¿qué hay de las tuyas? —Él negó.
—Si no son las pesadillas, ¿entonces qué pasa? —Kian continuó mostrando su preocupación.
—Curioso que lo digas cuando eso era de lo que quería hablarte, ¿todo bien contigo? —Mostré mi consternación hacia él.
—¿A qué viene esto? —Atajó la respuesta a mi pregunta.
—A que te ves de la mierda. —Sentencio y él hizo una mueca de molestia.
—Reconoceré que he tenido días mejores, pero estoy bien, así que deja de preocuparte por mi. —Expresó cruzándose de brazos, él continuaba de pie casi en el centro de su recámara.
—De acuerdo, ¿a qué fuiste a Suecia? —Continúe pues no iba a darme por vencido tan pronto.
—¿Por qué tantas preguntas? ¿Qué es lo que quieres? —Comenzaba a mostrarse irritado, supe que tenía que elegir mis siguientes palabras cuidadosamente o Kian me mandaría a la mierda.
—Solo quiero saber que estás realmente bien, cuando llegaste ibas a decir algo pero terminaste callado. Intuí que dirías algo de nuestra madre ya que por un segundo luciste triste, por eso estoy aquí Kian, porque estoy preocupado por ti. —Hablé con honestidad y mi hermano mayor suspiró.
—Sabes que no me gusta hablar de mi madre. —Repitió lo que casi siempre decía cuando ella salía en el tema. —Pero estoy bien, Dion, realmente lo estoy, solo estoy algo agotado por mi viaje a Suecia, y ya que lo preguntaste, te informo que solo fui para investigar un poco sobre un tipo al que conocí en las Netherlands.
—Creí que el único gay en la familia era yo. —Dije para aligerar el asunto aún sabiendo que Kian era heterosexual.
—Descuida, no lo soy, mi interés por él es algo extraño, siento que lo conozco, pero en realidad nunca lo había visto hasta ese día. No sé cómo explicarlo correctamente. —Expuso y yo asentí comprendiendo. —Por cierto, ¿qué no eres bisexual? —Lo último que dijo me hizo reír.
—Un caballero no besa y cuenta, hermano. Los caballeros solo follamos y lo callamos.
Kian se rió, era tan raro cuando lo hacía que me hizo sentir triste por él.
—Deberías escribir un libro de poesía, eres bueno con las rimas. —Se burló.
—Lo tendré en mente, quizá lo titule Follar y Callar, sería un éxito en todo Dinamarca.
Kian bostezó y supe que era momento de dejarlo descansar, así que me puse de pie con la intención de irme. —Creo que es hora de que me vaya a dormir. Pero te digo esto en serio Kian, si algún día necesitas a alguien con quien hablar -de lo que sea-, puedes contar conmigo.
Mi hermano asintió dándome una sonrisa de boca cerrada. —Y tú recuerda que mientras yo viva nada ni nadie va a lastimarte, y a quien se atreva a hacerlo no va a vivir para contarlo. Ya lo hice una vez Dion, y lo volvería a hacer. Por ti y por Dione.
Y sus palabras solo me dieron seguridad, todo lo que Kian siempre quiso fue mantenernos a salvo.
Hola, hola. ¡Ay que nervios me da todo esto! Muchas cosas van a pasar y yo voy a disfrutar y sufrir cuando las escriba. Los amo. ⚡️
*Aquí dejen sus teorías y entreténganme un rato, ahre.
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H A I L |K.M.| #4
Fanfiction"La maldad no se hereda, pero en la familia real parecía ser que se nace con ella. Dios tenga piedad de quienes los rodean."