XXXIX. Relatos.El rey de Dinamarca recordaba bien los síntomas de embarazo de Thea.
Especialmente durante las primeras semanas pues estos consistían de náuseas, vomito y mucho sueño.
Se recuerda a él mismo sosteniendo su cabello castaño mientras ella devolvía lo que sea que hubiera comido, recuerda el asco que sentía por algunas comidas, y también recordaba abrazarla mientras esta se quedaba dormida.
La verdad es que durante ese tiempo, dormían mucho.
Sin duda, el embarazo de los mellizos había sido diferente por diversas circunstancias, pero enfocándose en los síntomas, Thea lucía enferma, cansada todo el tiempo y sus síntomas eran bastante pronunciados.
Shawn comenzó a notar rara a Dione casi una semana después de la muerte de su sobrino.
Siendo tan observador como él era, se percató de las muecas de asco que esta ponía ante algunas comidas. Ella lucía no pálida, casi transparente, sus ojos eran adornados por ojeras y daba un aspecto bastante desaliñado. No la había visto vomitar (porque también ya ni salía de su cuarto tanto como antes) pero casi estaba seguro que lo hacía en las mañanas. Como su madre.
El rey no iba a dejarlo pasar sin hacer absolutamente nada, porque era su niña, y su niña no podía estar esperando un bebé.
La noche del viernes, alrededor de las ocho de la noche, Shawn se encaminó hacia la alcoba de Dione, golpeó la puerta suave mientras musitaba las palabras "es tu padre" hasta que escuchó la voz de su hija diciendo "adelante". Al rey no le gustó que su niña no tuviera la puerta con seguro, pero ese ya era otro tema.
Shawn se adentró en la recámara de Dione cerrando la puerta detrás de él. Vio a la melliza acostada en su cama, abrazando un oso de peluche blanco, si no se equivocaba, era el mismo que Kian tenía de pequeño. Su pijama, un conjunto de un pantalón y una blusa de manga larga con botones, de color azul cielo con estampado de girasoles tan sólo remarcó el pensamiento que había tenido recientemente; Dione todavía era una niña, su niña pequeña.
—Hey. —Dijo el rey yendo a sentarse en la orilla de la cama, Dione se incorporó para escuchar atentamente a su padre, él nunca iba a buscarla a su cuarto, así que tenía que haber pasado algo importante. —¿Cómo está la princesa del castillo? Que yo recuerde no eres Rapunzel, así que no veo la necesidad de estar encerrada en tu recámara. —Habló manteniendo un tono de voz suave, Dione apenas y le sonrió.
—Me he estado sintiendo mal, teniendo en cuenta lo que estaba pasando y la muerte de mi primo en este mismo castillo... yo simplemente no me siento bien ni físicamente o mentalmente. —Explicó siendo una total mentira. Su actitud y síntomas eran causados por otra cosa.
—Oh, lo entiendo, ¿segura que es solo eso? —Inquirió el rey, y Dione supo que su padre no le creía, él podía ver sus mentiras en los ojos.
—Papá... —Inició pero no tuvo el valor de seguir y se volvió a callar.
Shawn, sabiendo que su hija necesitaba valor para hablar con él, decidió que lo mejor sería contarle un poco del pasado.
—Nunca les conté esto, ni a ti, ni a tus hermanos porque nunca lo creí necesario. —Comenzó con su relato, y dejó de mirar a su hija para centrarse en la alfombra que había debajo. —Antes de que Kian naciera, tu mamá ya había tenido dos embarazos, y los dos los perdió. —Dijo en voz baja, los ojos de Dione se cristalizaron, su padre ya sabía, pero quería que ella se lo contara. —El primero fue bastante duro para ella, para los dos. No estábamos casados, tampoco en una relación sólida, ella apenas y tenía 18 años, y yo 21. Se supone que estábamos usando protección, por lo que no esperamos un embarazo. Las personas se burlan de los embarazos no deseados diciendo cosas como; "¡tuvieron sexo, sabían lo que hacían! Un bebé no debería ser una sorpresa." Y la verdad es que si te estás cuidando para no tener un bebé, por supuesto que será una sorpresa. Los métodos anticonceptivos no siempre funcionan, pero la gente se adelanta a señalar algo que no les incumbe en lo absoluto.
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H A I L |K.M.| #4
Fanfiction"La maldad no se hereda, pero en la familia real parecía ser que se nace con ella. Dios tenga piedad de quienes los rodean."