XX. Admiración.Rey de Dinamarca
Un maldito acuerdo, teníamos solo un maldito acuerdo y Lucía no lo había respetado. Mi familia no se acercaba a la suya, y su familia se mantenía lejos de la mía.
Si, era consciente que era cordial mandarnos invitaciones de nuestros respectivos eventos para no levantar habladurías sobre tensión en los reinos, pero que le hubiesen enviado invitaciones directamente a mis hijos era otra cosa.
Hace diecisiete años, un par de meses después de la muerte de Cameron, Lucía y yo habíamos hablado, ella me había contado que la muerte de su esposo le había dado un descanso debido a ciertos abusos de él hacía ella. Lucía claramente expresó que no quería arruinarle la niñez a sus hijos, no quería que crecieran pensando en que habían matado a su padre por traición, por lo que decidió ocultarles la verdad, aunque con el tiempo se los contó; de cualquier manera, ella no quería relación con nosotros, y a mi me pareció bien, yo me hacía cargo de Belgium a la distancia mientras sus hijos crecían, y, cundo su hijo mayor llegó a la edad adecuada, tomó el trono como le correspondía. Yo no tenía nada en contra de ellos, pero eso no significaba que los hubiese olvidado, los tenía presentes, pensando en lo que tendría que hacer para destruirlos si algún día atentaban contra mi familia o mi reino.
Mas también sabía que solo podía ser una provocación para que yo atacara, y así, ellos refugiarse bajo la excusa de "protegerse". No conocía del todo a ninguno de mis sobrinos, pero para que no me tomaran desprevenido, tenía que hacerme la idea de que ellos eran inteligentes, con el poder de acabar conmigo si bajaba la guardia. Eso me mantendría un paso adelante.
La puerta del despacho se abre y Kian entra, sus ojos azules buscan los míos y yo le hago una seña para que se siente y él lo hace después de cerrar la puerta con seguro.
—Le he dado vueltas al asunto y no entiendo nada. —Mi hijo confesó con una expresión que no veía en muchos años. —No me gusta esta sensación. —A mi tampoco me gustaba.
—No puedes entender con falta de conocimiento. —Le dije, y si bien estaba molesto con él, en este momento tenía que dejarlo pasar por el bien mayor. —Antes de saber el problema, tienes que conocer la causa. Aquí tenemos una ventaja, así que voy a decírtelo todo. Tu sabrás lo que ellos no esperan que sepas.
Mi hijo mayor seguía con la misma expresión, sus ojos repasaban mi rostro en busca de algo. —¿De qué hablas, padre?
Respiré profundo sabiendo que lo que diría sería como una espada de doble filo.
Kian
—Sabes que tu tío Nash murió por traición, ¿verdad? —Mi padre cuestionó y yo asentí. No sabía los detalles pues la historia de ese juicio pareció ser borrada y olvidada en la historia de Dinamarca. —Cundo tu tío Nash fue declarado culpable, otro juicio surgió a causa de difamación, tú tío Cameron Dallas junto a un duque de España, Matthew, fueron acusados y encontrados culpables. Yo fui quien los acusé, yo los llevé a su muerte aquí en Dinamarca. Como sabes, tienes tres primos portando el apellido Dallas, después de la muerte de su padre yo hablé con Lucía, tu tía política, ambos llegamos a un acuerdo de que nuestras familias no tendrían contacto alguno fuera de las cordialidades entro los reinos, y así fue durante los años que el reino de Belgium estuvo bajo mi poder, mas esa no es la historia completa. Lucía no le dijo a sus hijos la verdadera historia detrás de la muerte de su esposo, tengo entendido que eventualmente lo hizo después de que el hijo mayor ascendió al trono, pero me temo que algo turbio haya salido de ocultar la verdad.
Escuché activamente, tomando la información y procesándola, recuerdos de mi infancia encajaron con lo que mi padre decía trayendo dolorosos recuerdos de mi madre, finalmente hablé al saber que había finalizado.
—¿Crees que mis primos estén buscando venganza al saber que tú "mataste" a su padre? —Expuse esperando respuesta, pero al no responder rápido formulé otra pregunta. —¿Crees que ellos atacaron a Dion?
—Si algo he aprendido en todos mis años es a meditar cuidadosamente todas las situaciones, tener diferentes escenarios, y no tomar la primera opción precipitadamente. Lo que tú sugieres es lo obvio y puede llegar a ser verdad, pero no podemos actuar en creencias, sería un error para nuestra familia y el reino. Hay que tener una respuesta para cada posible pregunta que surja, y para eso necesitamos obtener más información. —Asentí estando en total acuerdo con él.
—¿Qué sugieres que hagamos, papá?
—Lo correcto es saber qué es lo que no tenemos que hacer.
Él hizo una pausa, se puso de pie y fue hacia la barra que había en su despacho, lo observé servir whiskey en dos contenedores, y al verlos respectivamente llenos, regresó hacia el escritorio ofreciéndome una de las bebidas.
Le di un trago casi al mismo tiempo que mi padre, y solo después de pasar su trago, papá volvió a hablar. —Aceptando tu escenario donde ellos buscan venganza y lastimaron a Dion, hay dos posibles resultados; el primero es que ellos saben que nosotros sabemos, y de este resultado salen otros dos: nuestra respuesta. La primera respuesta sería nosotros negándonos a dejar el castillo para protegerlo, la segunda respuesta sería dejarlo para ir a enfrentar al enemigo.
»El segundo resultado es que ellos creen que estamos confundidos, buscando enemigos donde no los hay, y aquí hay más respuestas; la primera es que podrían aprovechar esta oportunidad para guiarnos a un enemigo que no existe y una vez distraídos, ellos acabar con nosotros. La segunda podría ser que al creernos ciegos nos están guiando a la boca del lobo tal ovejas despistadas. La tercera opción sería que volverían a atacarnos aquí en el castillo al no esperarlos.
»Las invitaciones son la clave, su manera de obtener una respuesta. Y todo eso, hijo mío, es solo un escenario. No hay que creer que ellos son los responsables y centrarnos únicamente en ellos solo por ser la respuesta obvia, hay que tener presente que bien podría ser alguien más, y para ese alguien también hay que tener respuestas.
Y yo, que me creía extremadamente inteligente, me sentí estúpido al lado de mi padre. Él había sido capaz de sacar todas esas posibles respuestas en cuestión de escasos minutos, mientras que yo apenas y mencioné un posible escenario. Y finalmente descubrí el secreto de mi padre, y no, no era su inteligencia (aunque era muy importante), era su estrategia, su manera de buscar todas las alternativas posibles de un problema para crear una solución para cada una y de esa manera no ser tomado desprevenido.
—Entiendo cada uno de tus puntos, padre, ¿pero en cual vamos a actuar? —Pregunté.
—En ninguno, esas son todas las respuestas que ellos esperan, para bien o para mal, así que no les daremos alguna en particular. Antes de que el verdadero perpetrator nos confunda a nosotros, nosotros lo confundiremos primero. —Y justo cuando creía entender a mi padre, él me volvía a mostrar que aún no sabía nada. Yo era un novato. —Vamos a dividir y vencer, hijo mío.
Y entonces entendí.
—Yo voy a Belgium y tú te quedas. —Mi padre sonrió satisfecho. —De esa manera abarcamos todos los puntos sin exponernos, pero a la vez haciéndolo. Y la excusa es Dion, tu te quedas a cuidarlo, mientras que yo represento nuestra corona en el reino de mi primo.
—No vas a caminar a la boca del lobo solo, Dione irá contigo, dos Mendes son mejor que uno. —Asentí congeniando. —Debes recordar que no vas a luchar o provocar, vas a recolectar información, ten en cuenta que no estamos dando por hecho que ellos son los responsables.
Sin duda mi admiración por mi padre creció más.
Hola, hola. Shawn en plan rey analizador me calienta como el sol de verano, ahre. ¿Se dan cuenta que les he dado una respuesta importante a una de sus preguntas? ¿No? Bueno, yo ya escribí, su deber es descifrar el mensaje, ahre no. Solo disfruten la lectura. Los amo. ⚡️
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H A I L |K.M.| #4
Fanfiction"La maldad no se hereda, pero en la familia real parecía ser que se nace con ella. Dios tenga piedad de quienes los rodean."