Lo que susurra nuestro corazón. RUBEGETTA.

Capítulo 1

--Vegetta--

Últimamente Karmaland a tenido más vida que nunca, por lo que e visto desde las alturas; la hermandad oscura está más presente que nunca, Lolito y Auronplay están en una gerra estúpida, de Luzu, Mangel y Alexby poco sé a decir verdad, Willy y Fargan estan en algún romance extraño, según eso se rumorea por el pueblo de Karmaland.

-¡Vege ábreme de una vez! -exclamó una voz que conocía perfectamente tras la gran puerta que nos separaba.

Sonreí.

Con pasos tranquilos fui al escáner de retina y la puerta se abrió, dejando pasar a un chico mucho más alto que yo con una careta de oso.

Volví a sonreír como estúpido.

-Hombre compañero, ¿Qué te trae por aquí? -pregunté.

Rubius y yo habíamos entablado una amistad desde hacía tiempo.

-¿Cómo que "que hago aquí"? -preguntó con reproche -. ¿No te acuerdas? Ayer me dijistes que viviera a tu casa para ir a minar juntos.

Cerré los ojos con fuerza. Cierto, se me había olvidado.

-Se me había olvidado por completo, disculpame Rubén -dije apenado.

-Si no puedes, no pasa nada, otro día vamos a minar -dijo con tranquilidad.

-¿Qué? No tranquilo, no tengo nada que hacer por ahora, además necesito minar.

Asintió.

-Yo no tengo mucho tiempo -se sinceró -. Luego tengo que hacer unas cosas.

Ahora el turno de asentir me tocaba a mí.

-No hay problema Rubén, ¿Vamos?

-Claro.

Ambos caminábamos juntos en un silencio cómodo, realmente me daba curiosidad saber que tenía que hacer Rubén para tener que irse. Rubén siempre me a dado curiosidad, era alguien muy bondadoso, pero sabía que algo ocultaba.

Rubén sabía todos los pecados de Karmaland, pues éste era el cura, sé que él debe de saber muchas cosas sobre los habitantes de Karmaland, pero realmente muchas veces me pregunto si él sabe quiénes son los de la hermandad oscura, no creo que uno de los integrantes de la hermandad se hayan confesado así de la nada, pero uno nunca sabe, y eso me mata de curiosidad.

-¿Oye vege, cuándo vendrás a mi iglesia a confesarte? -preguntó miéntras picaba una mena de hierro.

Me incomode.

No podía ir a la iglesia a confesarte por qué no quería mentir a Rubén en la cara, no sabría mentirle a el, era como si fuera mi debilidad.

-Estoy un poco ocupado con el tema de construir la casa y todo eso, pero cuando pueda, me pasaré por tu capilla tenlo por seguro, ¿Te parece bien?

-Me parece peeeerfecto Vege -dijo como si fuera un niño pequeño, sonreí.

Pasaron unas cuantas horas minando asta que subimos a la superficie por petición de Rubén, este con una sonrisa llena de inocencia se despidió de mi y se marchó corriendo hacia algún lugar que yo desconocía. Por un momento pensé en seguirle, pero al final decidí dejarle ir y yo irme a mi casa, que digo casa mansión.

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Fin del capítulo uno, si te a gustado dale estrellita y comenté que ship quieres que se haga realidad. Un beso ♥

-N.G.A