Capítulo 10

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––Rubius––

Los días fueron pasando con suma lentitud, asta llegar a la suma de tres días, según me habían dicho mis hermanos oscuros mañana por la noche nos dejarían atados en el ayuntamiento de Karmaland con un cartel amenazando a los habitantes de karmaland y obviamente a Lolito.

Según tenía entendido, sería algo peligroso para mis hermanos llevarnos a el ayuntamiento, pues por lo que me contó Fargan, Vegetta y Lolito estaban tan lejos, pero tan cerca de la verdad de la hermandad que asta llegaba a asustar.

Fargan llegó ayer hecho una furia que en parte tenía nerviosismo. Vegetta casi lo descubría todo en un cerrar y abrir de ojos, pero gracias a Willy, todo se estabilizó un poco. Ayer Fargan casi cometía la locura de saltar los últimos días y soltar a Mangel, cosa que no paso gracias a la persuasión que Willy y yo le dimos a Fargan.

Realmente las cosas no iban tan bien como esperábamos, esto no era como secuestrar a Manolo, el cerdo de Luzu, o el dragón de AuronPlay, era tan complicado, que asta yo en la posición de secuestrado me dejaba lleno de nerviosismo, pues yo no sabía que estaba ocurriendo fuera de estos barrotes. 

Mangel dejo de gritar el nombre de Lolito, simplemente dejo de luchar, se había dado cuenta de lo inútil que era, pues aquí nadie lo oía, solo los hermanos oscuros y yo. 

A Mangel lo traspasaron a la celda de enfrente de mi, obviamente por qué a mí me decían cosas que por obviedad Mangel no debía de enterarse. En fin, todo fue un caos que no sabía cómo controlarlo desde esta perspectiva. 

Para matar el aburrimiento me la pasaba hablando con Mangel, este estaba asustado, y yo le convencía que no nos harían nada, por que eso yo lo tenía claro, a Mangel no le harían nada, no había razón alguna para tocar un solo pelo del chico, teníamos el problema con Lolito, no con el. 

–¿Rubiuh, crees que no sacarán de aquí? –preguntó con voz aterciopelada. 

–Claro hombre, ¿Para que nos quieren aquí eternamente? Seríamos un estorbo en el fondo. 

El silencio reino en ambos, que poco después Mangel rompió.

–Ahora que estoy aquí, sin contactar con nadie, sin ver a nadie y todo eso... Me estoy empezando a dar cuenta de lo que extraño a ese sicópata –oi la voz en susurro que Mangel me regalaba. 

Mangel ocultaba sus sentimientos por Lolito, pero estaba más que claro que se querían, aunque su amor fuera... ¿Extraño? ¿Tóxico? No se sabía con exactitud, pero lo único que si se sabía, es que era un amor fuerte y ¿Puro? La gente como yo (obvio) no veía futuro en la relación pero una cosa estaba segura. 

Lolito mataría por él, y él moriría por Lolito. 

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Asta aquí el capítulo de hoy, si te a gustado dale una estrellita y comenta que ship quieres que se haga realidad. Un beso.

–N.G.A

Lo que susurra nuestro corazón. RUBEGETTA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora