Capítulo 55

2.3K 290 25
                                    

—Rubius—

Suspire pesadamente.

—Me entere hace muchísimo, creo que desde la segunda aparición de Lobo Nocturno...

—Lobo Nogturno —me corrigio.

Rode los ojos —. Eso, el caso fue cuando fui a robarle algo a Auron, te vi pasar corriendo, tu no me viste, ibas con un traje un poco cutre y te vi entrar y robar, no sabia si eras tu cien por cien, pero cuando te veía hacer una marca "disimuladamente" y luego esa casa resultaba ser robada, cai en la cuenta que eras tu, tampoco fue difícil.

—¿Lo de la hermandad conocen mi...? —le interrumpi.

—Ni de coña, Vegetta —dije mirando a otro lugar —. Si se enteraban te harían... —enmudeci, solo de pensarlo me incomodaba —. Te quieren dar caza, eso de que haya alguien mas en boca de todos no nos gusta mucho a nosotros, los asesinos. Por lo cual cuando nos pillaste haciendo la trampa para...

—¿¡No fue un sueño!? —exclamó.

Negue con la cabeza con una pequeña sonrisa —. No, claro que no, eso fue mas real que mis tetas —dije seguido de sonreir un poco mas —. Tube que encarme de ti y asegurarme que no me siguieran, realmente siempre lo acepte, todos en el fondo estamos cansado de ser políticamente perfectos, seguir normas, ser alguien bueno lleno de cargas, digamos que entiendo que buscas emoción de descontrol en tu vida, por lo cual lo acepte sin pensar.

—¿Por que no me dijiste? —dijo entristecido.

—Por que no era nadie para reclamarte nada, teniendo el cuenta que yo era otro mentiroso mas.

—Llenamos nuestro amor de mentiras —susurró Vegetta.

Sonreí apenado.

—Oh Samuel, que cierto eso que dices, desearía que nada de esto hubiera terminado así —dije apenado.

Nos hundimos en silencio el resto de la mañana.

Vegetta se dispuso hacer la comida, mientras me prohibió que me fuera, por lo cual decidí salir a fuera de la cada, en el riachuelo vi un taza, me acerque a ella y vi que estaba lleno de café, y mi carta estaba flotando en el riachuelo. Suspire. Realmente deseaba desaparecer de la vida de Vegetta, le había otorgado demasiados problemas, le había hecho sufrir tanto.

Suspire, levante la vista al cielo, y lo vi, realmente estaba despejado y un sol en lo alto haciendo que el día fuera realmente bueno.

Ojalá volver a esos dias donde era feliz, donde no sentía que el mundo se caia sobre mi y no pueda hacer nada.

Ojalá volver a ver su sonrisa y no su tristeza.

—Pensar tanto es malo —oí su voz atras de mi.

Suspire con rendición.

—La vida en si es mala, Vegetta.

Rodo los ojos, se agacho y cogió la taza de café —. Iré a dejarlo dentro. No te vayas, eh.

—Vale carcelero —dije con burla.

Dice que no me quiere pero no puede dejarme solo por miedo a que me entregue.

—Hay Vegetta... —suspire acuclillandome y cogiendo la pequeña carta empapada, la tinta se había corrido y no se entendía nada.

Maratón (3/3) 7w7

Este capítulo no esta corregido ortografícamente, si hay alguna falta disculparme

Lo que susurra nuestro corazón. RUBEGETTA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora