capítulo 22

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Vegetta

Agarro con fuerza la bolsa de papel, donde en el interior albergaba mi desayuno y me dirijo fuera del pueblo.

A estas horas de la mañana siempre me solía encontrar solamente yo y alguna aldeanos por el pueblo, y algunas veces (pocas) solía encontrar a nuestro alcalde, Luzu.

Pero al parecer esta mañana seria diferente, pues me encontré a cierto chico de careta de oso caminando con tranquilidad. Este iba con una sudadera blanca mas grande que la talla que deberia de usar, usaba la capucha y tenia puesta la careta de oso, usaba unos vaqueros simples, y unas deportivas rojas extravagantes.

Pensé en ignorarlo, me había dejado plantado y no iba a aceptar su perdón ni de lejos, y si se acercaba iba a darle la otra patada.

Vi como se acercaba a mi, rode los ojos.

Pero justo cuando me preparaba mentalmente para darle la patada paso de largo sin tan siquiera mirarme.

Mire sorprendido su espalda, ¿¡Qué se cree!?

–¡Eh tu! –exclamé yendo detrás de Rubén, este se giro, me congele, no sabia que me pasaba, nunca me había imponido nadie y ahí estaba él a centímetro de mi quitandome asta el aire.

–¿Qué pasa, Vegetta? –pregunto con voz ronca. Ahora que lo tenia enfrente, se veía toda su ropa manchada de polvo y suciedad.

–¿Cómo que "que pasa Vegetta"? –pregunte ofendido –. Esperaba como minimo una disculpa después del plantón que me diste, ¡Me salieron asta raíces!

Miro a otro lugar.

–Oh cierto... –susurro pensativo.

Un silencio incomodo se instaló en los dos.

–Disculpa Vegetta, lamento no haberte avisado.

¿Y ya? ¿No iba a darme ninguna explicación? ¿Nada?

–Ah... –me rasque la nuca nervioso –. No lo lamentes, a sido mi culpa por confiar en ti –dije con una sonrisa.

Que tonto, seguro esta con alguien mas y estoy aquí renegandole por no haber cenado conmigo.

Por que no aprendes a la primera Vegetta.

–Lo lamento Vegetta, si quieres podemos...

–No, lo siento me pilla mal –me adelante a él.

–Una lastima –se "quejo". Frunci mi ceño.

–Rubén, tengo prisa, me marcho.

–Oh... Adios.

¿Qué le pasa a este loco? Actúa extraño y borde, ¡Ya me buscara!

Lo que susurra nuestro corazón. RUBEGETTA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora