Lo que susurra nuestro corazón. RUBEGETTA.

Capítulo 36

—Vegetta—

El misterio del nuevo ladron con la identidad desconocida daba mucho de que hablar, los aldeanos no salian mucho, se sentían inseguros y eso se notaba, Rubén al ser el único sin torretas no podía alejarse mucho de casa, pues temía que le robaran e hicieran algo a sus animales.

—¿Y lo hizo bien? —pregunto con morbo Auron.

Me incomode.

—¡Auron por dios! ¡Se supone que es una conversación privada! —exclamó Luzu, Auron se carcajeo mientras le daba semillas a su pollo Frederick, el cual reposaba en su pies.

—Oh vamos, encima que vengo a cuidarte alcalde, ¡Que desagradecido eres! —exclamo con fingida indignación.

—¿Te molesta que Auron escuche? —me preguntó Luzu, simplemente negue con la cabeza —. Cuentame, ¿Qué tal la cita?

—Fue muy bien Luzu, me contó sobre Mangel y su relacion y todo eso, no creo que deba contartelo, espero que no te ofendas y...

—¡Por dios claro que no! ¡Eso se que es privado! —dijo Luzu con una sonrisa tranquilizadora —. ¿Te quitaste sospechas o...?

—Luzu, aumente mis sospechas, y eso me aterroriza... Pensar que el me oculta algo serio... Yo...

—Sea lo que sea que pienses, no te preocupes, tomalo con calma y no te agobies...

∆∆∆

Y así pase mi tarde, entre consejos de Luzu y bromas de Auron, sali de su casa realmente aliviado, aunque no conocía mucho a Auron, me sentía bien hablar con el, sentía que daba la confianza necesaria como para hablar sin agobiarme o incomodarme.

Con tranquilidad camine asta la casa de Rubén, llevaba dos dias sin verlo, según me dijo estaba ocupado en algo (Que no sabia) y que volveria hoy.

Y entonces lo visualice, este pescaba con tranquilidad en la orilla de su gran lago, sonreí, sin que me viera me puse atras, en su espalda y me acuclille, pose mis brazos sobre sus hombros y bese su cuello.

Oí su pequeña sonrisa.

—Hola Vegettita —me saludo sin apartar la mirada del lago.

—¿Cómo sabes tu que...?

—Oh vamos Vegetta, yo lo se todo, te e sentido cuando caminabas a mi, ademas, el agua refleja —dijo con una sonrisa.

Me tumbe en el cesped y observe el cielo mientras el pescaba y hablabamos y pasabamos el atardecer juntos. Mis ojos pesaban por lo que di una pequen cabezada, todo era relajante, asta que un grito me despertó.

—¡Vegetta! —oí el grito de Rubén, me llamaba con urgencia, me incorpore rapidamente y mire a todos lados, la caña de Rubén estaba ahí, pero el no —. ¡Vegetta necesito que vengas! ¡Trae una cuerda! ¡Joder corre! —me levante rápidamente y corri asta el establo, cogi una cuerda del suelo y corro al interior, pero cuando entre mi mundo callo junto con la cuerda.

—Oh... Dios mío...

——————————————————
Me da curiosidad saber que pensais ahora, ¿Qué crees que a pasado? Jejejeje, os dejo con la intriga asta mañana. Un beso.

—N.G.A