Capítulo 29

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-Vegetta-

Le sonreí a Rubén. Se había quedado a escuchar mis preocupaciones, aunque fueran de un sueño, pero el me escucho atentamente y me hizo saber que eso era un simple sueño y que todo estaba bien.

-¿Estas mejor Vegetta? -pregunto con voz aterciopelada. Últimamente su voz era relajante, simplemente me encantaba.

-Estoy mejor, gracias Rubén.

-¿Por qué siempre me llamabas así? -preguntó curioso.

-¿Así como? -pregunte confundido.
-Rubén, llamarme Rubén en vez de Rubius.

-¿Te molesta? -pregunte.

Negó con la cabeza -. No, es mera curiosidad.

-No me gusta llamarte como todos lo hacen, ademas Rubén es tu nombre.

Una pequeña sonrisa salio de sus labios.

-¿Y si yo te llamara Samuel de Luque? -pregunto de manera juguetona.

Realmente mi nombre en sus labios sonaba perfecto.

-Repite que no te e oído -dije con una sonrisa socarrona.

-¿El que, Samuel de Luque? -oír su voz llena de vacile pero juguetona, me encantaba.

-Mi nombre en tus labios suena realmente bien.

Sonrió.

En ese instante un sonido de alarma sonó, Rubén aparto la mirada de mi y saco su teléfono, hizo una pequeña mueca.

-¿Si? -respondió al fin la llamada, hubo silencio -. Si ya voy Fargan, estoy con Vegetta no tardo -mas silencio -. Que si pesado, que ya voy -dijo colgando el teléfono y mirandome con una mueca.

-Parecia tu padre -dije con vacile, pero muy en el fondo, me ponía de los nervios ver como Fargan le pedía explicaciones como si fuera su padre o su...

-Peor que eso -dijo al aire, luego se levantó y me observo -. Me tengo que ir, pero si quieres podemos volvernos a ver, tal vez para cenar y...
-¿Para volver a dejarme tirado y luego comportarte como un idiota? Nada Rubén.

Aún recuerdo esa noche, estaba preocupado y resultaba que estaba husmeando en mi antigua casa.

-Te juro que no sucederá de nuevo -me miro con ojos de cachorrito. Suspire.

-Vale.

-¿Mañana por la noche en mi casa? -pregunto, volví a asentir.

-A las nueve estaré ahí, seré puntual, aviso.

Este con una sonrisa asintió y se marcho corriendo.

Aprovecharia la cena para hacerle muchas preguntas, estaba lleno de curiosidad, y Rubén solo hacia que aumentara mi ansia por saber la verdad.

No se que ocultaba Rubén, pero se que lo descubriré tarde o temprano.

Lo que susurra nuestro corazón. RUBEGETTA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora