Lo que susurra nuestro corazón. RUBEGETTA.

capítulo 30

—Rubius—

—¡Esto no se puede repetir Rubius! ¡No se como te enteraste con lo que paso entre Vegetta y yo, tampoco me interesa! ¡Por que eso quedo zanjado y me gustaría que se quedará como esta. Olvidado! ¡Si no te ves capacitado para estar aquí, largate! —me grito Willy, no me iba a ir, no iba a marcharme, por que una cosa estaba clara, amaba el caos —. ¿¡Lo pillas, o no!? —me volvió a gritar, Willy era una persona que realmente me cae bien y se que esto solo a sido un pequeño desencuentro y que cuando se enfríe las cosas lo hablaremos y solucionaremos todo en calma.

—¡Que si, joder! —exclame.

Hubo un pequeño silencio.

—Dejando de un lado este momento incomodo, me gustaría hablar —dijo Fargan captando nuestra atención —. Alexby a puesto un cartel en la puerta de la comisaria, buscan personal, las pruebas son este Jueves y creo que yo de policia nos daría muchas ventajas.

Willy observó a Fargan con desaprobación —. Esta claro que nos ayudaría mucho y todo eso, pero eso te daría un riesgo mayor de ser pillado, y lo sabes Fargan —dijo con voz pensativa —Es muy buena idea, pero con demasiados peros de por medio, a la larga seria un problema mayor del que ya tenemos.

—Pero Willy no tenemos otra opción, necesitamos alguien ahí que nos de soplos y nos saque de ahí si llegan a meternos.

—Necesitamos que alguien se infiltre ahí, pero no podemos ser nosotros.

—¿Entonces quien Willy? —preguntó algo molesto Fargan.

Y solo con eso, estalló una pequeña discusión, donde los desacuerdos parecían ganarnos algo o mejor dicho alguien nos interrumpió.

—¡Yo quiero ayudarlos! —exclamó alguien, nos giramos encontrando en la puerta que conectaba la hermandad con el bar a una chica de pelo naranja y una careta de una cara de nieve bastante simple.

Willy y Fargan con el interruptor que siempre tenían a mano, apagaron todas las luces, y cuando se volvieron a encender tenían a la chica sujetada cada uno de un brazo, tense el arco en su dirección.

Fargan tomo la idea de que cuando hubiera algún intruso ellos dos apagaron las luces con un control remoto y lo sujetarian, mientras yo con el arco o cualquier arma, lo acorralo.

—¿¡Quién se a dejado ese hueco abierto!? —grito sin apartar la mirada de la chica.

—¡Se me a olvidado! ¡Joder! —exclamo tenso Willy.

—¿Qué haces aquí y que quieres?

—Deja de apuntarme por favor, solo quiero unirme a vosotros, segui al chico de la careta de Zombie —dijo algo tensa. Miramos a Willy con desaprobación.

—¡Por que no has venido por el dichoso tunel! —exclamó Fargan.

—Me pillaba mas cerca por arriba.

—¿Qué hacemos con ella? —pregunto Willy.

—Matarla —dije tensando aún mas el arco listo para lanzar la flecha en su cabeza.

—¿¡Matarme!? ¿¡Qué!? ¡No! ¡Por dios no! —exclamó asustada —Os juro que solo quiero unirme a vosotros, todo es una mierda y... Os tengo admiración, ustedes mataron a mi madre, era la monja del pueblo.

—¿Vienes buscando venganza?

—¡No! ¡Ella me maltrataba! ¡Solo quiero devolveros el favor! ¡Por favor!

Willy y Fargan se miraron entre ellos y luego me miraban a mi. Dios como hemos llegado a esta situación.