––Vegetta––
Días después de haber estado minando con Rubén karmaland a estado extraña, tensa y silenciosa algo extraño viviendo de esta ciudad tan caótica, desde que minamos Rubén y yo no e bajado al pueblo para nada, me inquieta lo que está pasando.
A Rubén no lo e visto en estos días, ni siquiera me a llamado o algo parecido para saber que él está bien, y eso es algo muy extraño en el, teniendo en cuenta que el al menos una vez al día me saluda o me dice algo, sea por teléfono o en persona.
Realmente me preocupa que la hermandad le haya hecho algo.
Decidí que era hora de salir y buscarlo, era demasiado raro que Rubén no se mostrará por el pueblo, con pasos decididos camine asta su casa, las torretas estaban encendidas, por lo cual tuve que correr por mi vida, toque la puerta de Rubén como loco mientras me tapaba con bloques por las torretas, pero nadie me abría la puerta, ni siquiera se oía nada tras ella, decidí sacar mi teléfono, algo dañado por mis aventuras y llamarlo.
Llame una vez, y nada.
Dos e inclusive tres pero tampoco recibía respuesta.
Llame una cuarta vez asta que se escuchó su voz ronca, que me alivio por completo.
–¿Diga? –oi tras la línea.
–Soy yo, Rubén... –dije agitado.
–¿Vegetta? ¿Te pasa algo? Te escucho extraño –exclamó algo preocupado desde la otra línea. Sonreí.
–Estoy bien, solo que tus torretas me han dado una verdadera lección –solte una risita.
–¿Mis torretas? ¿Vege, estás en mi casa? –preguntó agitado. Me extrañe.
–Si.
–Vegetta no estoy en casa ahora, ¿Crees que podrás salir de allí sin que las torretas te hagan más daño o te maten? –preguntó algo tenso.
–Claro que puedo, ¿Pero tú dónde estas? –pregunté.
–¡Rubius vuelve al trabajo! –oi la voz de Fargan tras la línea, me tense.
–¿Rubius?
Pero en ese instante colgó.
¿Qué está pasando?
¿Qué me ocultas Rubén?
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–N.G.A
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Lo que susurra nuestro corazón. RUBEGETTA.
Fiksi PenggemarQuerido Vege: Nunca antes me di cuenta de lo que sentía, te veía como un amigo que le tenía mucho cariño, como alguien que necesitaba ver siempre, pero jamás creí que eso fuera amor, jamás creí que fueras mi debilidad, jamás creí que me volvería tan...