Lo que susurra nuestro corazón. RUBEGETTA.

Capítulo 62

-Vegetta-

Querido Vegetta...

Si estás leyendo esto es por que algo bueno no me a pasado...

Desde que me uni a la hermandad sabía al peligro que me enfrentaba, sabía que en cualquier momento sería pillado y ejecutado, o alguien me descubriría y me mataría a sangre fría por venganza. Créeme cielo que sabía el riesgo al que en enfrentaba no solo de morir, también me arriesgaba a que me odiaras.

Yo realmente te amo, lo supe muy tarde, lo admito, pero cada vez que estaba junto a ti, dejaba de escuchar esas voces que me decían que era un cabron por hacer tales atrocidades, pero que debía hacer mas, era consciente que me estaba volviendo loco, pero gracias a ti, me volvía loco, pero loco por ti sin siquiera darme cuenta.

Me aleje de ti cuando Lolito me descubrió que era de la hermandad, por qué sabía que estaba loco y si el veía que eras mi debilidad te haría algo, y eso no podía permitirlo. Leía todos tus mensajes. Todos. Pero no podía responderlos por qué sabía que volvería a ti corriendo, por qué por ti, dejo todo, y si es necesario mi vida también, por qué tu eres más importante que todos y todo.

Recuerdo cuando apareciste en el gran lumbral de la hermandad, tus ojos cristalinos pero aterrorizados, tu rostro empañado de tus lágrimas, tus manos temblorosas. Recuerdo lo miserable que me sentí, sabía que todo cambiaría partir de ese momento. Sabía a través de tu mirada el dolor y traición que sentías. Entonces el turno de los mensajes me tocó a mí, pero me di cuenta de que eso para tu, mi gran Vegetta no serviría y por eso me colaba en ti casa hacerte el desayuno con una bonita carta llena de amor y cariño.

Eso al parecer no te gusto en absoluto.

Llegaste a mi casa enfadado, me pediste que te abandonara y que dejara de hacerte el desayuno con cartas, me dijiste que me odiabas, que querías ser feliz pero sin mi. Me costó entenderlo, pero lo hice, sabía que merecías ser feliz y te deje ser feliz.

Me dijiste que me entregarías, y realmente lo merecía, solo espere al día que me entregarías, sabía que no querías hacerlo por las múltiples de veces que me dejaste caer que me huyera el pueblo para no ser encontrado y ejecutado. No te hice caso, y nunca me arrepentire de ello.

La culpa cada día era peor, las voces me jodian la vida al igual que Lolito, y tu ya no estabas ahí para salvarme de mis horribles pensamientos y vida. Ya no estabas brindándome una cálida sonrisa. Sabía que era un estorbo para ti, y sabia que no podía vivir así, infeliz mintiendo a todos y lleno de culpa. Por lo cual decidí entregarme.

Cuando estaba apunto de ello, tu apareciste, con tu pijama morado de unicornios que tanto me encantaba y tu mirada asustada buscándome, me sacaste a rastras de allí, y hablamos un montón. Me pediste que no me entregará.

Me pediste que no muriera, porque de ser así tu morirías conmigo.

Vegetta no se que a podido para conmigo para que tu estes leyendo la carta está, pero quiero decirte que seas fuerte, que me superes, porque mereces ser feliz.

-->Donde el primer beso bajo hayaras algo importante.<--

Te amo de manera asimétricamente perfecta.

Siempre tuyo.

-Rubius.

R

ealmente me había comportado mal con Rubius, el siempre lo hizo todo por protegerme de Lolito, el solo quería lo mejor para mí en todo momento.

Lágrimas se precipitaron al vacío.

Me dolía tanto.

-Rubius... -solloce abrazando la carta -. ¿Por qué te has ido? ¿¡Por qué!? -grite lleno de dolor.

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¡Asta aquí el capítulo de hoy! :D

Pregunta, (curiosa 2.0) ¿Cuál es su favorito de toda Karmaland?

-N.G.A.