EL HOMBRE QUE DISIPÓ EL MIEDO DE SER © [TERMINADA]

Capítulo 13

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ADVERTENCIAS DEL CAPÍTULO:

Este capítulo contiene escenas de sexo explícito y lenguaje fuerte, así como alusión al consumo de drogas y alcohol. Se recomienda discreción.

Personas menores de edad (-18) que lean este contenido será bajo su propia responsabilidad y teniendo en cuenta las advertencias anteriormente mencionadas.

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El presentador subió al escenario y dirigió algunas palabras a los clientes de esa noche. Habló algo sobre una reapertura y el cambio de la administración del local que conllevaba nuevos eventos y beneficios para el negocio, por lo que estaban celebrando con manteles largos1 esta noche, y para poner la guirnalda al pastel2 tenían a una "banda sorpresa" como invitados especiales, a quienes ya todo mundo había identificado desde que subieron al escenario.

         Poco después de ese mensaje la gente aplaudió y comenzaron a vitorear entusiasmados mientras la banda se preparaba para empezar.

         Iniciaron con Predictable, continuaron con Ball Tongue, Good God, Fake, No Place to Hide y Swallow3. Durante todo el espectáculo, la gente se arremolinaba al rededor del escenario, bailando de forma errática, haciendo slam4 en medio del bar, bebiendo y fumando y gritando a coro las canciones como locos. Algunas personas se golpeaban en las esquinas, y otras besaban a sus parejas descaradamente. Algunas chicas, subidas sobre sus mesas, bailaban sensualmente y otras trataban de llamar la atención de la banda. Me percaté de algunas cuantas que miraban con inconfundible deseo a Jonathan, buscando encontrarse su mirada de vez en cuando. Me sobrecogí ante la idea de que tuviera que lidiar con todas esas mujeres como lo hice en su momento con Mindy.

         Emily, a mi lado, se limitaba a escuchar desde su asiento, bebiendo de su cerveza a ratos. Yo me había puesto de pie, igual que las otras chicas que venían con Head y David, y me sentía algo identificada con ellas, que sonreían y gritaban sus nombres emocionadas, como dos groupies.

         Sobre el escenario, Jonathan cantaba con energía, mostrando una ola de sentimientos diversos, sumergido en sí mismo, variando su voz desde un tono ronco y gutural hasta uno chillón y quebrado. Me sorprendió lo versátil que podía llegar a ser y lo impactante que era verlo cantar en persona. No se acercaba en lo más mínimo a escucharlo en un discman5. No podía dejar de contemplarlo con fascinación.

         Un tumulto enorme se formó a nuestro al rededor cuando el slam se recorrió cerca de nuestra mesa. Emily se arrinconó del otro lado de la mesa, cerca de la pared, y comenzó a conversar con una de las chicas del grupo que reía ante la situación. Ambas parecían algo fuera de lugar, así que me alegró que encontrara a alguien que la comprendiera mejor que yo.

         Yo probablemente también estaba algo fuera de lugar, pero estaba mucho más motivada que ella, porque al menos disfrutaba de esa música y de ese ambiente, aunque también me aterrara ser aplastada en esa multitud.

         Algo más de media hora después, para cerrar el pequeño concierto, terminaron con Faget. Mientras Jonathan cantaba esta última canción, no pude evitar sentir un nudo en la garganta con la letra. De pronto recordé lo que me había dicho anoche, en medio de la oscuridad de su habitación.

"Jonathan: Todavía hay muchas cosas que tienes que saber de mí. Yo sé lo que es que te lastimen, o que te utilicen."

         Me estremecí. Esas letras las había escrito él, en su mayoría. Él sentía lo que cantaba, ese dolor que reflejaba su voz era real, o por lo menos había sido real. Me di cuenta entonces que él era realmente vulnerable, que tenía un pasado oscuro, que había un dolor oculto en sus ojos que siempre intentaba ocultar tras su pinta de chico malo, y que solo allí, escondido justo frente a todas esas personas, había podido ver por primera vez una muestra de esa vulnerabilidad.