EL HOMBRE QUE DISIPÓ EL MIEDO DE SER © [TERMINADA]

Capítulo 16

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ADVERTENCIAS DEL CAPÍTULO:

Este capítulo tiene escena de contenido sexual leve, como desnudos y lenguaje explicito, así como de consumo de drogas y alcohol. Estas sustancias son nocivas para la salud y no se recomienda su uso indebido.

Se recomienda discreción.

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El camino era más largo y más enredado de lo que esperaba. Varios estaban ya hartos de caminar a mitad del camino, pero yo estaba enormemente entusiasmada.

         Me adelanté junto con David y su chica, que al parecer eran los únicos que tenían un organismo más o menos limpio y estaban en forma. Fui platicando con Emma, sobre todo de botánica y áreas verdes, ya que al parecer ella había estudiado algo de eso. Mientras tanto, David iba grabando con una enorme cámara todo a su alrededor, que entre más lejos íbamos más bello se volvía el paisaje.

         Cruzamos unas grutas y atravesamos una enorme cordillera. Me sentía como una verdadera exploradora. Cuando salimos de las grutas rocosas, volviendo al camino principal, me giré para mirar al resto mientras caminaba al lado de Emma a la cabeza. Todos andaban con cansancio.

         Jonathan me miró, entrecerrando los ojos, esforzándose por seguir la cuesta, mientras platicaba con la otra chica y su acompañante. Me reí. De las pocas cosas para las que era buena, caminar tanto era una de ellas. Podía andar por largas horas y sobre caminos de casi todo tipo, y si iba con los zapatos adecuados no me cansaba apenas nada.

         Orgullosa, seguí andando hasta llegar al final, donde nos encontramos con un risco desde donde la vista era impresionante. A un lado había una cascada cristalina que caía hacia una laguna mucho más grande de la que teníamos en el rancho.

         Me quedé embelesada. Era lo más hermoso que había visto en mi vida. Escuché a David y Emma juguetear a mi lado, mientras el resto del grupo llegaba junto a nosotros después de varios minutos. Conforme recuperaban el aliento fui escuchando expresiones de admiración al mirar el lugar.

         Entonces sentí unas grandes manos rodearme la cintura y un cuerpo largo pegarse a mi espalda. Sabiendo de quién se trataba, acaricié sus brazos alrededor de mí y me pegué a su pecho, aspirando profundamente el aire puro del lugar.

Jonathan: Me dejaste atrás todo el camino- se rió, besando mi hombro.

Su: Es que eres muy lento- cerré los ojos, sonriendo.

Jonathan: No es justo, sabes que estoy completamente en desventaja.

Su: Acepta tu derrota como buen perdedor.

Jonathan: (rió) Acepto mi derrota- esta vez me besó el lóbulo- Eres mejor que yo.

         Sonreí, extrañamente emocionada. ¿Cómo podía ser tan encantador? Me parecía que había pocos hombres en el mundo capaces de ser como él, de hacerte sentir así. Y yo tenía al mejor de todos a mi lado, rodeándome con sus brazos, cubriéndome con su enorme cuerpo, dándome todo el cariño que siempre había necesitado... Me puse roja en cuanto me di cuenta de las locuras que estaba pensando.

Jonathan: ¿En qué piensas?

Su: (me encogí de hombros) En nada.

Jonathan: (sonrió) ¿Entonces qué? ¿Te apagaste?

Su: (me mordí el labio) No. Divagaba con cosas cursis.

Jonathan: (rió) ¿En serio? ¿Como en qué?