Capítulo 21

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ADVERTENCIAS DEL CAPÍTULO:

Este capítulo contiene escenas que aluden al consumo de drogas y/o alcohol. Estas sustancias son nocivas para la salud y no se recomienda su uso indebido.

Se recomienda discreción.

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Me miraba, de pie frente al espejo, completamente desnuda, encerrada en el cuarto de baño.

         ¿Qué es lo que veía?

         Toda mi vida había rehuido a mirarme en los espejos, pero en ese momento una sensación agradable que me recorría desde el vientre hasta el pecho me permitió observarme por varios minutos.

         Mi cuerpo no era perfecto, pero era mío, y por un momento me sentí enormemente encariñada con él. Incluso mis pocos kilos de más parecían no ser la gran cosa realmente. Era bella, muy bella, a mi particular manera.

         ¿Por qué no lo había visto antes?

         Animada, me acomodé el cabello, castaño y largo, del lado derecho y, con un cierto rubor en las mejillas, salí del baño. Sentía un extraño y constante palpitar sobre mi pelvis todavía, supongo que producto de la intensa sesión de sexo que acababa de tener.

         Caminé hasta la cama, donde Jonathan se terminaba de acomodar los pantalones y permanecía sin playera. Se puso de pie al mirarme, me sonrió y camino hacia mí.

Jonathan: Ponte cómoda, no tardo- musitó mientras tomaba mis brazos y me besaba la frente.

         Luego de eso caminó hacia la pequeña sala de la habitación. Fruncí el ceño.

Su: ¿Puedo usar algo tuyo? Alguien rompió mi blusa hace un rato.

Jonathan: (rió) Sí. En los cajones de la derecha. Usa lo que quieras- casi gritó.

         Caminé hasta los dichosos cajones y los abrí, buscando algo con lo que cubrirme. Encontré una playera negra, enorme, de mangas cortas con un estampado sencillo al frente. Me la puse sin ningún miramiento, buscando mis bragas por el piso. Entonces, en un rincón detrás de una silla acolchada, descubrí una guitarra acústica. Ladeé la cabeza.

         Esperé impaciente hasta que escuché sus pies descalzos acercarse de vuelta a la habitación y me giré ligeramente para hablarle, aun con mi atención puesta en la guitarra.

Su: ¿Sabes tocar?- pregunté señalando el instrumento.

         Jonathan siguió caminando, con una pipa en los labios mientras prendía un encendedor frente a ella, inhalando profundamente. Entrecerró los ojos, reteniendo el humo, y con el ceño fruncido me hizo un gesto para que trajera la guitarra a la cama, al tiempo que exhalaba el humo por la boca.

         Emocionada, tomé la guitarra por el mástil y con cuidado la saqué del rincón. Me tumbé en la cama con las piernas cruzadas a un lado de él, que se había acomodado levantando una pierna sobre la otra, relajado. Volvió a darle otra fumada a la pipa antes de tomar la guitarra y ofrecerme la pipa.

Su: (fruncí el ceño) ¿Qué es?

         Exhaló cerca de mí, y el ambiente se impregnó del aroma de la yerba.

Jonathan: (rió) Solo es weed.

         Yo, envalentonada, tomé la pipa y me la llevé a los labios, prendiéndola. Al sentir el sabor en mi boca inhalé todo lo que pude y lo retuve unos segundos, exhalando lentamente, ahogándome sin querer en el proceso. Tosí un par de veces, abochornada, y lo escuché reírse bajo, volviendo a tomar la pipa entre sus dedos y dejándola sobre el buró junto a él.

EL HOMBRE QUE DISIPÓ EL MIEDO DE SER © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora