TERCERA PARTE | Capítulo 20

249 11 2
                                    

_______________________________________

ADVERTENCIAS DEL CAPÍTULO:

Este capítulo contiene escenas de sexo explícito y lenguaje fuerte. Se recomienda discreción.

Personas menores de edad (-18) que lean este contenido será bajo su propia responsabilidad y teniendo en cuenta las advertencias anteriormente mencionadas.

_______________________________________


Al final, Jonathan canceló el primer plan que había hecho y terminamos en su cuarto de hotel. Yo había insistido en que hiciéramos lo que él quería, pero dijo que ya era muy tarde y, para mí, arriesgado, argumentando que acababa de desmayarme. Así que yo solo me crucé de brazos y lo dejé conducir.

         Me dijo que Munky y Head habían salido a probar cosas para el sonido de las guitarras con unos colegas, que Fieldy estaba fumando mierdas con unos amigos y David estaba con una chica en su habitación. Así que estaríamos solos esa noche.

         Algo nerviosa, me senté con las piernas cruzadas sobre la cama mientras Jonathan iba al baño y me di a la tarea de mandarle un mensaje a mi familia, avisándoles que no llegaría a dormir esa noche. Seguro volverían a estar enfadadas, pero en esos momentos poco me importaba.

         Cuando envié el mensaje arrojé lejos el teléfono y me llevé las manos a las cienes, cansada. De pronto el agotamiento del día comenzaba a cobrarme factura.

         Jonathan salió del baño, descalzo y sin playera. Me quedé a cuadros, hasta que recordé la mancha de sangre en la playera por la pelea, y me mordí el labio, apenada. Él anduvo hasta el minibar, sacó dos cervezas y regresó a la cama, se sentó frente a mí y me ofreció una. Se la acepté enseguida y entonces él se llevó la lata fría a la ceja herida, haciendo una mueca de dolor. Me sentía terriblemente apenada.

Su: ¿Puedo revisarla?- me referí a la herida.

         Él me miró, expectante, y apartó la lata de la ceja. Como estaba un par de centímetros lejos de mí, me puse de rodillas sobre la cama para acercarme y examinarlo. Sus perforaciones estaban intactas, pero una de ellas tenía costras de sangre alrededor, sin mencionar que toda la ceja estaba amoratada y ligeramente hinchada. Me mordí el labio. Realmente se veía doloroso.

         Acaricié su cabello con cariño y deposité un beso suave sobre su ceja, con la absurda ilusión de hacerlo sentir mejor. Sentí su cuerpo tensarse bajo el mío y entonces sus manos rodearon mi cintura, descendiendo por mis piernas. Posé mis labios sobre su frente y acaricié su rostro, disfrutando del tacto de su barba que empezaba a crecer. Lo oí suspirar.

Su: Gracias por defenderme- musité, bajando la mirada para buscar su rostro.

         Encontré sus ojos negros en medio de la tenue oscuridad de la habitación. Su mirada reflejaba su agotamiento, parecía exhausto y pensativo.

Jonathan: (levantó una ceja) ¿Vas a contarme lo que pasó con ese imbécil?

         Tragué saliva, mientras descendía mis manos hacia sus hombros desnudos, jugueteando entre mis dedos con sus rastas.

Su: ¿Qué quieres saber?

Jonathan: (frunció el ceño) Quién era, qué te dijo, por qué estaba en la cafetería, y por qué carajo te estaba besando.

         Sentí su cuerpo tensarse, desviando la mirada y posándola sobre su lata aun cerrada. Aparté mis manos de sus hombros, sentándome de nuevo sobre la cama, y bajé la mirada, tratando de encontrar las palabras para explicarle todo.

EL HOMBRE QUE DISIPÓ EL MIEDO DE SER © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora