RED MOON»KSJ

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—Hombre, que sol de mierda— se quejó el rey de otoño una vez sentado al costado de Seokjin, con Hoseok al frente— ¿Por qué tarda tanto?

Seokjin se preguntaba lo mismo, sin embargo sus ganas de pedir respuestas eran nulas, Jungkook se encontraba de pié detrás suyo, seguramente también quejándose del calor.

—Relájate, rey Namjoon— espeta Hoseok, ya hastiado de ver al hombre quejarse porque está sudando mucho— en cuánto los guardias nos avisen, iremos directo a la frontera con primavera.

—Déjalo quejarse— habla Seokjin por primera vez desde que llegó— es su forma de canalizar la molestia.

—No quiero ofender a tu estación, pero siento que estoy cocinándome aquí— se levanta, despojándose de la capa real y estirando los músculos, Hoseok blanquea la mirada— ¿no tienes hielo?

El rey de verano no puede fingir otra sonrisa, era exasperante.

—¿Hielo?

—Ya sabes— y señala al rey de invierno, haciéndose el gracioso— hielo.

Jungkook baja la cabeza y se muerde el interior de las mejillas para evitar reírse. Seokjin resopla, un comentario así viniendo de Namjoon no era algo para sorprenderse.

El mismo guardia que agredió a Jungkook hizo presencia en la sala, mediante un asentimiento de cabeza, los tres reyes supieron que la reina estaba cerca, por lo que, Namjoon debía apresurarse y traerla.

—Puedes dejar a tu cuidador aquí— propone Hoseok, observando a Jungkook, este muy respetuosamente negó la sugerencia— como desees.

Los cuatro se movieron, Hoseok se sentía bastante sorprendido respecto al guardián personal de Seokjin, era imperturbable y parecía ser importantísimo para el rey.

Llegaron a la entrada al castillo, Namjoon agradeció y se burló de los guardias que parecían intimidados por la presencia de Seokjin, este no les daba mayor importancia y agradeció el caballo que le fue proporcionado, pidiéndole a Jungkook montarlo para que se ocupara él de hacerlo galopar.

—Iremos a paso lento-

—Mis cojones.

Namjoon azotó las riendas del caballo y este salió disparado, todos menos Hoseok ocultaron sus risas y vieron a los reyes restantes obligados a seguirle el paso, Namjoon conocía perfectamente el camino hasta la frontera por lo que preocuparse por que se perdiera, era innecesario.

—Puede sostenerse de mi, alteza— permitió Jungkook al aumentar la velocidad, preocupándose por Seokjin.

Este iba muy tranquilo de brazos cruzados, poseía equilibrio de sobra, pero, para no preocupar más a su guardián, pasó el brazo derecho por su cintura, rodeándola con cuidado de no apretar.

—¡Hoseok!— gritó de nueva cuenta el moreno— ¡Tu caballo está averiado!

Sintió el estómago de Jungkook vibrar por la risa, Hoseok a la par de Seokjin, resopló, preguntándose con que tontería iba a salir.

—¡No se detiene!— ¿de verdad era el segundo rey más serio y tosco de los cuatro?— ¡Detenlo!

No fue necesario.

El animal se detuvo por si solo cuando casi llegaban a la linea fronteriza, debido a lo abrupto de aquello, Namjoon saltó, cayendo perfectamente en ambos pies. Todos bajaron de sus caballos y se acercaron al moreno.

—Iré por ella— fue lo primero que dijo, Hoseok negó.

—Debo ir, Aria es muy quisquillosa, no vendrá si no estoy ahí—genial, la reina era desconfiada— su guardián tampoco la dejará cruzar.

El rey otoñal se encogió de hombros, asintió y sin más, empezó a desabotonar la camisa, solo cuatro botones, dejando a la vista su pectoral izquierdo dónde el dibujo de una flor enorme en tinta negra ardió en color amarillo.

—Pon tu mano aquí.

—Debe ser una broma— masculló el rey de verano— soy inmortal ¿de verdad debo hacer esto?

—Eres inmortal, pero no estás ajeno a quedar incapacitado para gobernar— le recordó Seokjin.

Sin más opciones, la palma de su mano se posó abierta sobre el símbolo, no tardó más de treinta segundos y su cuerpo ciertamente comenzó a sentirse extraño, pero nada grave.

—Muy bien— se cubrió de nuevo, sonriendo a Seokjin quién no mostró expresión alguna por aquel gesto amigable— iremos por tu reina.

Ella no es nada mío.