RED MOON»KSJ

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—Jimin le tiene miedo a las orugas— justificó Namjoon, el pequeño rubiecito detrás del rey de otoño, usándolo como si fuese un escudo— desde los quince, algo pasó.

Y esa fue toda la explicación a aquel grito.

El lugar realmente parecía una selva, solo por partes, lagos, arbustos.

—¿Qué flores son esas?— Wendy señaló al otro lado del lago, comenzando a acercarse junto a su hermana.

Seokjin las siguió, suspirando hondo y poniéndose en cuclillas cuándo tuvo las flores cerca, ambas niñas imitaron la posición del rey.

—Son margaritas— le respondió a Wendy— margaritas blancas.

Los demás  escucharon la respuesta de Seokjin y observaron como éste se quedó viendo aquellas flores.

Jimin se acercó a Otoño, picando con su dedo el hombro de este para que le diese atención.

—En mi sueño el lugar dónde estábamos se veía exactamente así— señaló el entorno— incluso el lago.

—¿Qué se supone que buscamos aquí, Jimin?— preguntó Hoseok.

Jimin se mordió el pulgar, su cuerpo le dolía un poco, estaba cansado, pero respondió con simpleza a la pregunta del rey.

—Dos señores.

Y se va a sentar con Taehyung en una de las piedras que rodean el lago, Otoño cae en la confusión y se gana otra mirada de los reyes.

—Dijiste que aquí no había nadie— reclamó Namjoon.

—Porque no se supone que exista gente aquí, nadie podría sobrevivir en este lugar— se encoge de hombros— ni siquiera a Primavera le gusta esta frontera porque dice que es fea y descuidada.

—¡Seokjin!— llama— no te distraigas mucho o-

—Viene alguien— interrumpe Jungkook.

—¡Tienes que dejar de hacer eso!— exclama Hoseok exasperado— anuncias la llegada de alguien en medio de la nada y me pone los pelos de punta.

Seokjin se levanta y extiende la mano a Jungkook, este le entrega una de sus espadas y señala el camino por el que se acerca la persona.

—A este punto no puedo confiar en nadie, así que apenas llegue le corto la cabeza— dice, asustando a todos, incluso Otoño tembló.

Jungkook se posicionó a su lado.

—Son dos personas— anunció.

Entonces Jimin se levantó lo más rápido que pudo y junto a los demás se acercaron, gritando al unísono un fuerte y rotundo:

—¡NO!

Jimin se posicionó frente al rey y tomó sus muñecas.

—Se supone que estamos aquí para encontrar a dos personas, las vi en mi sueño— explicó rápidamente, Seokjin frunció el entrecejo mientras bajó la espada— es por eso que estamos en esta frontera, señor.

Jungkook también bajó la guardia y volvió a su posición normal, simplemente de pie junto a su rey.

Segundos más tarde escucharon unas risas escandalosas y algunos pasos fuertes, levantó la vista dejando de ver a Jimin para encontrarse con dos hombres sin camisa acercándose.

—Me bañaré primero yo.

—Te bañaste ayer, me toca a mi primero hoy.

—Ayer no me bañé.

Ese era el tema de discusión, las risas pararon y los murmullos también cuándo finalmente se dieron cuenta de las nuevas presencias, Otoño casi cae al suelo por la impresión, aunque los rostros aterrados de aquellos hombres eran por mucho más notorios que el debate mental de la estación.

—¿Bin?— pronunció Otoño, colocándose en frente de los demás para tener una mejor vista, no podía creerlo—¿Joe?

—¿Joe?— preguntó Wendy, haciéndose camino junto a Rosé para detenerse junto a Otoño— ¿c-cuál es Joe?

—¿Nos conocemos?— preguntó el de piel más pálida, tomando del brazo a su acompañante— ¿Cómo saben nuestros nombres?

Todo era tan confuso, nadie se atrevió a decir palabra a esperas de que Otoño explicase que sucedía.

—Creí...— rascó su cabeza— hace años les dimos por muertos— se voltea a los demás, no sabiendo como decirles— ellos son Bin y Joe— aclaró su garganta— son...

—Éramos— corrigió ahora el moreno— éramos los hombres de ambas lunas.

Era la primera vez que Seokjin se veía impresionado en su vida, pues esperaba cualquier cosa, de verdad, cualquier cosa, menos eso.

Wendy dió un paso más al frente, temblorosa.

—Usted...— se refirió al más alto y de piel blanca— ¿Joe?

—Si ¿porqué?— respondió un tanto tajante.

Ya era bastante extraño encontrar personas después de tantos años, más extraño era que estas personas supiesen sus nombres y que además conocieran el hecho de que estuvieron involucrados con las lunas.

—Ellos eran habitantes de Verano— contó Otoño aún en medio de aquel ambiente pesado— un día simplemente no se supo más de ellos en la estación, las estaciones nos enteramos después de boca de la luna blanca que habían muerto.

—Yo nos veo muy vivos— comentó Bin— sorpresa, no podemos morir por habernos involucrado con seres inmortales.

—Cállate un segundo, Bin— pidió Joe— ¿quién de ustedes es un rey?— pregunta con seria curiosidad— en específico, el rey de invierno.

Namjoon habla por todos cuándo ve que Seokjin no está interesado en presentarse.

—Tres de los reyes estamos aquí, yo gobierno otoño— señala a Hoseok— él es rey de Verano y él es quién gobierna invierno.

Bin dejó de sonreír y su vista se fijó en el señalado rey de invierno, parecía que él día en el qué él y su hermano serían de utilidad había llegado.

—¿Usted es Seokjin?— pregunta.

—Si.

Bin suspira, le da una mirada a Joe y este asiente, definitivamente era el momento.

—Creo que tenemos mucho de que hablar, alteza— terminaron de acercarse— no sabe el problema que se le avecina ni tiene idea de lo demente que está roja por usted y su mundo.