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Normal sería que Diamond molestara a su rey con relinchos, así como también sería normal ver a Namjoon conversando con él e intentando hacerlo reír con sus ocurrencias

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Normal sería que Diamond molestara a su rey con relinchos, así como también sería normal ver a Namjoon conversando con él e intentando hacerlo reír con sus ocurrencias.

Pero Seokjin no lucía su mejor cara en aquel momento. Asustaba, bastante.

Estar destinado a una persona era algo que no sucedía con frecuencia, por no decir que nunca sucedía, realmente, pero esto conllevaba a experimentar ciertos sentimientos de posesividad y molestia en caso de que por cualquier motivo, se encontraran lejos el uno del otro.

Seokjin es un rey y no cualquiera, es el gobernante de invierno y líder supremo de las cuatro estaciones, su palabra y mandatos jamás estarían a discusión, cualquier decisión que los otros reyes tomaran debía ser aprobada por él, fuese cuál fuese el motivo por él que, de casualidad, él resultara visitando las otras estaciones y ocurría un problema, tomaría el mando y decidiría que hacer porque su voluntad, presencia y de más eran absolutas, cero cuestionables.

Estaba pensando en que tenía un mundo que proteger, en cómo podría hacerlo sin perturbar la paz de su gente, lo último que Seokjin deseaba era asustarlos, precisamente porque no era algo que desease, actuaba en silencio, todo problema que se presentara, él se encargaría de solucionarlo sin crear mayor alboroto.

Así que, meditando en ello, se cuestionó si estaba bien para él sentirse tan dependiente de Aria, pues la sensación que se encontraba abarcándolo en aquel momento era ridícula considerando el hecho de que la tenía a un metro de distancia y aún así, se sentía vacío, solo, débil.

¿Cómo se atrevía a pensar en él cuándo tenía a millones que proteger? ¿Cómo podía preocuparse tanto por alguien que acaba de llegar a su vida así sin más? hay tantos problemas realmente graves de los cuales ocuparse y él, Seokjin, rey de todo no puede dejar de pensar su reina cuándo no estaba permitido para él tener una mentalidad tan débil en tiempos como aquellos.

¿Eran las flores? ¿Su aroma? Tal vez su sonrisa, sus caricias o palabras, también podía ser la forma en la que ve al mundo, el cómo lo ve a él, inclusive sus pensamientos ingenuos e inocentes dónde jamás lo juzga y solo se dedica a darle alientos, a decirle que todo estaría bien y que sabía que todo sería felicidad siempre y cuando el continuara existiendo.

Aquello lograba que Seokjin apreciara vivir, lo hacía sentir importante de una manera totalmente distinta a la que se acostumbró, pues siempre le han dicho cuán importante es para el mundo, para su reino, pero jamás le habían asegurado que era importante como ser humano, como alguien que siente, así que piensa que tal vez sea eso, que Aria parecía ver genuinamente que Seokjin no era tan malo.

—Alteza— Jungkook parece ser el único capaz de acercarse, lo trae de vuelta al mundo real y lo agradece, porque aveces pensar más de la cuenta, termina siendo peor— estamos a cincuenta y siete pasos de la frontera... nosotros no podemos avanzar más a partir de aquí.

Asiente, baja del lomo de aquél necio caballo, colocándose frente a este, le acaricia.

—Por favor, obedece— le pide, Diamond coloca su cabeza en el hombro del mayor— prometo que si te necesito, bastará un llamado.

Y era así, Diamond estaría allí lo más rápido posible si su rey amigo llegaba a necesitarlo, pues no existía ser más fiel que un caballo en deuda con su dueño.

Seokjin observó a Aria bajar del carruaje, se sintió más tranquilo al verla bien, incluso apenas lo notó sonrió, aproximándose después de despedirse de todos.

—No solo yo podré necesitarte— le susurra a Diamond— necesito que acudas a Aria en caso de que ella también lo solicite, confío en ti.

La reina finalmente se puso de pie a su lado, saludó a Diamond quien relinchó a modo de respuesta y se dejó acariciar de la misma, logrando hacerla sonreír nuevamente y por consecuente, Seokjin también imitó aquel gesto.

—¿Mucho mejor?— pregunta.

Aria se asegura de que nadie los está mirando, cada quién está ocupado despidiéndose y dando indicaciones, toma la mano de Seokjin, entrelazándola con la propia y aprieta el agarre.

—Siempre estoy más que bien— contesta, se ha cambiado el vestido y ahora trae un traje que es entero, de una pieza, color negro, es lo que usas debajo de la armadura, Seokjin también tendría que ir y prepararse con la suya— ¿Listo, rey supremo?

Resopla una risa, asintiendo.

—Siempre estoy listo.

—Siempre estoy listo

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RED MOON»KSJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora