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Seokjin de quince años había descubierto que podía lanzar objetos filosos con una precisión increíble, así que había llevado a Jungkook con él y su arsenal de cuchillos a campo abierto para practicar y enseñarle

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Seokjin de quince años había descubierto que podía lanzar objetos filosos con una precisión increíble, así que había llevado a Jungkook con él y su arsenal de cuchillos a campo abierto para practicar y enseñarle.

—¿No deberíamos hacer esto en la zona de entrenamiento?— cuestionó Jungkook, un poco preocupado por lo que el rey diría si se enterase— tu padre se enojará.

—Siempre está enojado, que importa.

La zona de entrenamiento estaba ocupada por la guardia real, por lo que a Seokjin no se le ocurrió otra cosa mejor que entrenar en el campo detrás del palacio, Jungkook se encogió de hombros y le pasó el primer cuchillo.

Se concentró en el objetivo, el cuál era un simple árbol con un círculo en el tronco, pero antes de lanzar, apostó con Jungkook.

—Si le acierto a la primera, almorzaremos en las montañas nevadas— Jungkook aceptó, eso no era ningún sacrificio— tendrás que subirme hasta allí en tu espalda.

Ya no estuvo de acuerdo, Seokjin era pesado.

—Me niego.

—Es una orden.

—Me niego a la orden, majestad.

Seokjin se rió por lo quejica que era, viéndolo acceder finalmente, volvió a colocarse en posición y se concentró como nunca se había concentrado en algo en la vida.

—Lanza de una vez, me estás poniendo nervioso y se nos pasará el almuerzo— pidió Jungkook.

Cómo consecuencia Seokjin se rió y lanzó, su concentración se había arruinado por aquel comentario por lo que el cuchillo terminó clavándose en el suelo.

No, no en el suelo.

—¡¿Qué demonios?!

Jungkook se cubrió la boca con una mano y Seokjin se quedó perplejo, no se habían dado cuenta de la presencia de un tercero.

—Alteza— llamó el menor, su tono de voz nervioso— acaba de lanzarle un cuchillo al pie del hijo del rey de otoño.

—Puedo darme cuenta de ello por sus gritos, pero gracias por el aviso, Jungkook.

Se acercaron, el chico en cuestión estaba tan pálido como la nieve y Seokjin no supo hacer otra cosa más que suspirar aliviado.

—Cayó a un lado de su pie, no hay porqué alarmarnos— le miró, este sacudió su pie asegurándose de que seguía ahí, siendo parte de él— mis disculpas, estamos practicando y no le vimos.

Namjoon de diecisiete años le miró como si fuese un total imbécil, casi le rebanó el pie y pedía disculpas como si nada, con una tranquilidad absoluta.

Entonces lo reconoció, el famoso hijo del rey de invierno a quién tanto adulaban, rasgos finos, piel blanca y cabello negro, ese último detalle lo confundió un poco y tuvo que preguntar.

—Si tu padre es rubio, y todos los habitantes también lo son— Seokjin suspiró y Jungkook se rió— ¿porqué tú tienes el cabello negro?

—Porque mi madre tiene el cabello igualmente negro.

—¿Y porqué tu madre tiene cabello negro?

—Porque su madre también tenía el cabello negro.

—Entonces la madre de tu madre también tenía el cabello negro ¿de dónde salieron habitantes de invierno con el cabello negro? no tiene sentido.

Seokjin tomó aire y abrió la boca, Namjoon creyó que le iba a explicar toda una historia referente al cabello negro en un habitante de invierno y que así el entendería y encontraría sentido alguno en aquella característica poco usual.

—No lo sé, simplemente es así.

—Es el peor argumento que he escuchado en lo que va de mi existencia.

—¿Y qué esperabas? ¿Quieres que me remonte quién sabe cuántos años atrás solo para encontrar el origen del cabello negro en invierno? ese sí sería un propósito muy tonto.

Tenía razón, pero Namjoon no lo admitiría en voz alta, así que los observó a ambos por unos minutos antes de retomar su caminata.

—¿A dónde te diriges ahora?— escuchó detrás— el palacio está del otro lado.

—No voy al palacio, estoy explorando la estación.

Jungkook siguió a Seokjin, quién siguió a Namjoon solo para averiguar a dónde pensaba ir, probablemente se terminaría perdiendo.

Quince minutos después, sucedió, Namjoon observó a todos lados intentando recordar por dónde había venido para regresarse antes de que su padre lo moliera a golpes por haberse apartado de él cuándo estrictamente le ordenó no hacerlo.

Pero fue muy tonto de su parte pensar que no se perdería cuando todo a su alrededor era blanco y lucía exactamente igual.

—Aquí es cuándo te llevamos devuelta al palacio— otra vez, el chico siguiéndole— sabía que ibas a perderte, así que me vi en la obligación de acompañarte en silencio.

—Vaya, que amable.

—Menos mal Jungkook conoce los alrededores— asintió.

El mencionado frunció el ceño y se señaló a el mismo.

—¿Yo?— niega con la cabeza— aún no recorremos esta zona, así que no sé.

Namjoon quiso golpearse ahí mismo, parecía ser el único alterado en el lugar ¡los tres estaban perdidos en un bosque! y Seokjin lucía la misma tranquila expresión con la que lo encontró, el otro chico tampoco se veía preocupado.

—Tendremos que hacer lo que siempre hacemos en estas situaciones— suspiró Seokjin, Jungkook asintió.

—¿Qué cosa?

Por primera vez, el pelinegro sonrió de boca cerrada.

—Lanzaré a Jungkook hacia arriba, lo suficientemente alto como para rebasar la copa de los árboles y el observará hacia donde está el palacio— explicó— sencillo.

¿Sencillo? el chico iba a morir apenas regresara a tierra.

—¿Desea intentarlo usted, alteza?— cuestionó Jungkook, Namjoon negó rápidamente.

—Muy amable, pequeñín, pero sufro de vértigo y no puedo morirme aún— se aclaró la garganta— pero buena suerte.

Lo siguiente fue algo que Namjoon nunca olvidaría, porque se trató de la primera vez que pudo presenciar la fuerza y rapidez de Seokjin.

Ciertamente le pareció increíble.

Ciertamente le pareció increíble

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RED MOON»KSJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora