RED MOON»KSJ

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Quien parecía ser verano, se aferró al cuerpo de Taehyung como si su vida dependiera de ello, sollozaba y murmuraba palabras inentendibles para los demás, cuando se alejó, tomo el rostro del confundido consejero entre sus manos y se dedicó a verlo, grabando cada facción de aquel maduro rostro, pues hace años no había podido acercarse a él tanto como ahora.

Seokjin se acercó con Aria, el resto igual lo hizo y verano se obligó a controlarse, sonrió a Jimin quien intento darle el mismo gesto pero fracasando totalmente pues no se sentía familiarizado con su presencia, y era natural, Jimin había sido criado por las estaciones frías mientras que Taehyung lo había sido por las estaciones cálidas, su alma solo reconocía a quienes, por raro que sonase, habían hecho el papel de padres.

—Siempre había querido decirte lo siguiente, aprovecharé que ahora puedo— Hoseok sonrió, pensando en que ahora tenía sentido la existencia de aquella maña que Taehyung tenía con observar y tocar rostros ¿cómo no? si su padre era igual— ¡Deja de ponerte en riesgo tontamente!

Y comenzó a golpearlo, la sonrisa de todos ante la emotiva escena se fue perdiendo, poco a poco, mientras Taehyung más confundido que indignado, solo intentaba esquivar los golpes.

—¿Te crees omnipotente o algo así? — continúa reprendiéndole, ya Hoseok comenzaba a preocuparse, por lo tanto, se acercó a paso lento— tu padre y yo a punto de desvanecernos de los sustos que nos das a cada segundo.

El rey de verano se interpuso, recibiendo el último golpe en su comprensivo y bonito rostro. Incluso Yoongi aguantó la respiración luego de eso.

—Oh, lo lamento mi rey— se disculpó, vanamente— pero ha sido culpa suya.

Claro, su culpa.

Luego de aquella extensa y bastante extraña escena, otoño le pidió a verano comenzar a guiarlos, lo hizo, ni siquiera se presentó, únicamente se montó al caballo de Taehyung y le indico a este por dónde ir, alegando que era una orden y que no le permitía quejarse.

—Ya saben que la quinta frontera es un lugar donde las cuatro estaciones ocurren a lo largo del año con normalidad, en el tiempo cronológico normal que en este momento los habitantes de cada estación están viviendo, estamos en abril— cierto que el tiempo transcurría distinto para ellos, lo que los reyes y los presentes sentían como días, en el resto del mundo habían pasado meses— eso significa que es primavera en estos momentos, pero, en unas horas, específicamente para cuando estemos llegando, probablemente ya sea otoño.

—Algo que nos conviene demasiado puesto que Seokjin se mueve mejor en tierras frías — comenta otoño desde atrás junto a su rey y Jimin — no es invierno, pero sirve.

—Entonces no importa si me congelo el trasero, bien — Hoseok se queja, como es usual, verano blanquea los ojos.

—Para eso estoy yo, iré con ustedes para que aquello no ocurra ni contigo, ni mucho menos con Aria — la reina levanta la vista al escuchar que la mencionan, asiente y vuelve a cerrar los ojos, aún con sueño y usando el pecho de Seokjin como almohada — ¿Lo ves? Así deberías ser tú, no quejarte y entregarte a la resignación para que los hechos simplemente ocurran, si algo malo pasa, nos las arreglaremos.

—Entonces tú eres el loco e irracional de los cuatro — niega — no podemos ir a la deriva en asuntos así.

 Seokjin dejó de prestar atención al resto pues no tenía nada que preguntar y sus objetivos estaban claros, tenía también sus propias hipótesis acerca de todo el asunto pero aquello era algo que se encargaría de confirmar o descartar por su cuenta conforme las cosas pasaran.

Al bajar la vista, sintió y vio como Aria le rodeaba el torso con los brazos, se aclaró la garganta pero por supuesto no logró algo, estaba atontada por el sueño, el mayor no hizo más que suspirar y dejarla ser, aún no se acostumbraba al hecho de su esposa queriendo toquetearlo a cada rato consciente o inconscientemente, se le hacía un tanto raro.

Pero entonces esta lo llamó.

—¿Seokjin? — un sonido emitió desde su garganta para hacerle saber que la estaba escuchando —tengo frío.

—¿Frío? ¿Cómo vas a sentir frío? — suspiró, viendo a ambos lados dándose cuenta de que otra vez, se encontraban un poco alejados del resto — tal vez es mi cuerpo, deberías soltarme.

Pero niega, apretándole más.

—Abrázame.

Bueno, tal vez solo era una estrategia de su parte para que hiciera aquello, miró al cielo y suspiro nuevamente, envolviéndola entre sus brazos, sin decir nada más. Incluso tembló, pero Seokjin no lo notó al estar tan concentrado en el aroma que su cabello desprendía, margaritas, por supuesto que olería a margaritas.

En aquel momento pensó en que era natural que Aria extrañara las flores, por lo que, algo se le ocurriría una vez regresaran a invierno. 

Será... un regalo de bodas.