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Seokjin decidió que no iba a importarle más el como fuera su imagen a ojos ajenos, así que no soltó la mano de Aria en ningún momento

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Seokjin decidió que no iba a importarle más el como fuera su imagen a ojos ajenos, así que no soltó la mano de Aria en ningún momento.

Comenzaron a alejarse, le pidió a Jungkook cuidar de todos aún cuando tenían a otoño para aquella tarea, Yoongi se había acercado a él, temblaba por primera vez y en voz baja le pidió que por favor cuidase de su reina ya que él no podía hacerlo ahora.

Juró que lo haría, pues vio el aprecio y la preocupación genuina en los ojos del guardián, si no conociera a aquel hombre, juraría que únicamente le haría aquella petición solo preocupándose por él mismo, pues para todos es un secreto que al aceptar ser el cuidador de algún rey, firmas tú sentencia de muerte en caso de que a este algo le suceda.

De manera resumida; si Aria resultaba lastimada, Yoongi sería castigado, si Aria moría, Yoongi también le acompañaría en su lecho de muerte. Lo mismo sucedía con Jungkook.

La famosa frase de "seré tu leal compañero hasta la muerte" aplicaba en estos casos de manera literal.

—Necesitamos mantenernos juntos— pronunció verano— recuerden, aquí no hay nadie, por lo que no debemos dejarnos engañar— se atrevió a mirar a Seokjin directamente— todo lo que vea, deberá contárnoslo, es él único que puede ver lo que hay allí. Para nosotros no hay nada ni nadie— suspira, repentinamente angustiado— pero para usted, lo puede haber todo.

El tono en el que dijo aquello asustó a los demás, menos a él, pues hasta ahora no existía lugar o situación que pudiese sembrar miedo en Seokjin.

No hizo más que asentir, la estación cruzó primero y les espero, vieron a Namjoon levantar el borde de la licra que cubría su abdomen y allí en todo el centro de este, nuevamente en tinta negra se apreciaba el número cinco, esta vez no era un dibujo representativo, era simplemente la simbología numérica de la quinta frontera.

—Tienes estos símbolos en lugares muy raros— comentó Hoseok, colocando su mano sobre el número, luciendo una expresión incómoda— ¿no te molesta que estén tocándote tanto?

El más alto hace una mueca.

—Te acostumbras— Hoseok se retira, cruzando con tranquilidad, Namjoon voltea hacia Aria, pidiéndole acercarse— con Seokjin es un poco más complicado, es decir, me tardo más.

Aria le miró confundida.

—¿Porqué?

—Se supone que lo que hago para que ustedes puedan cruzar de frontera a frontera es administrarles mi energía— explica el moreno— esto es lo que les permite mantenerse en un territorio que no es el que acostumbran, Seokjin consume demasiada energía por lo que tiendo a tardarme un poco más de lo normal con él.

—¿Y eso no te afecta a ti en algo?— preguntó, visiblemente preocupada, sin embargo pudo relajarse cuando le vio negar.

—La energía que poseo es lo único infinito en mi, unos tienen vida eterna— mira a Hoseok, este se ríe, a modo de burla— y yo tengo energía especial infinita, bueno, infinita hasta que me muera.

La reina asintió, soltando la mano de Seokjin y acercándose, suspiró, desviando la mirada a otro lado que no fuesen los abdominales del rey otoñal, pues ya era bastante irrespetuoso e incómodo tener que tocarlo.

Siguió Seokjin, quién maliciosamente palmeó a Namjoon, escuchándolo quejarse.

—Lo siento, aveces no controlo mi fuerza.

—Pues aprende a controlarla o terminarás matándome de un puñetazo, hombre.

—Vale.

—...lo hiciste a propósito ¿cierto?

Momentos más tarde, finalmente Seokjin podía cruzar y así lo hizo, junto a Namjoon, no sin antes cerrar los ojos y concentrarse para que su mirada escarlata hiciera presencia, abrió los ojos y entró.

Oh.

Era...muy extraño.

—¿Qué pasa?— verano preguntó—¿Qué ve?

—Dices que es otoño aquí ¿no?— asiente, Seokjin observa todo, de arriba a abajo, voltea— no sé que veas tú— empieza, a lo lejos algo corretea entre árboles, logrando descolocarlo un poco— pero esto luce como un cementerio.

Cierra los ojos, vuelven a su color normal y todo lo que ve es de un naranja potente, miles de hojas en el suelo, lo cual es un tanto extraño pues solo hay un árbol, lo demás es campo vacío. Vuelve a su mirada escarlata, ahora todo es oscuro, árboles altos, parecen no tener un fin pues ni siquiera alcanza a ver la punta de estos, no hay tantas hojas en el suelo que marquen un sendero e instintivamente toma la mano de Aria cuando a unos cuántos pasos, tras un árbol hace presencia una figura, entrecierra los ojos, es una persona, un hombre que además se queda viéndole, con sorpresa.

Luego, ve como más figuras aparecen.

—Nueve...once...— comienza a contarlas, en susurros para que sus acompañantes le escuchen— veintiséis...treinta y nueve...

Levanta su mano libre, señalando al primer hombre que vio, este abre los ojos y se esconde tras el árbol, seguido de él los demás imitan su acción.

—¿Seokjin?— la voz suave de Aria lo llama, le mira, aún cuándo el lugar es oscuro, puede notar cada detalle en aquel bonito rostro sin ningún problema— dinos que ves.

Finalmente dice.

—No creo que las tierras de nadie no pertenezcan a alguien— Namjoon se cruza de brazos, frustrado porque obviamente él no puede ver lo que Seokjin si, así que entenderle es complicado— yo veo a muchas personas— señala varios árboles— allí escondidas.

Ellos, aún cuándo siguen lo que su dedo apunta, no ven nada, absolutamente nada.

—¿Puede ser un poco más específico, rey de invierno?— verano le observó, con ojos nerviosos.

Estando a punto de detallar cada cosa, se vio interrumpido por una voz grave y desconocida.

—¿Rey de invierno?— el hombre salió de su escondite, acercándose a Seokjin y esquivando a Hoseok que se interponía en su camino— ¿usted es Seokjin?

Asintió.

—Si, lo soy— Hoseok se alejó asustado cuando lo vio hablarle a la nada a su lado, se aferró a verano y Aria no podía estar más aterrada— ¿quién es usted?

Él hombre se arrodilló, comenzando a sollozar a sus pies.

—¡Majestad!— gritó, tomándole el tobillo— ¡Lo hemos esperado tanto!

—¡Majestad!— gritó, tomándole el tobillo— ¡Lo hemos esperado tanto!

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RED MOON»KSJDonde viven las historias. Descúbrelo ahora