Invierno y primavera entrelazaron sus manos y otoño así nació; le amó presenciando la caída de hojas secas aún cuando el azotador viento hacía sus dientes castañetear, entonces, invierno deseó que la calidez de primavera fuese prolongada y con un in...
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Atónita, dio tres pasos atrás, no le sorprendió demasiado ver al rey de verano y otoño, estaba carcomiendole por dentro ver a cierta gobernante aún viva.
—Estoy segura de haberme encargado de ti hace tiempo— dice, ardiendo en cólera al ver como Seokjin incluso enreda sus manos en la cintura de la reina, ubicándola a su lado— tres metros bajo tierra debería estar tu cuerpo y tu alma rondando en mis territorios sin descanso alguno.
A Namjoon le gustaba provocar a las personas, así que él respondió con su usual tono juguetón a aquella suposición.
—Ya lo dijo Seokjin, no sabes mover tus fichas— se ganó una mirada llena de hastío—los seres como tú, que poseen una sed de poder absurda son en su mayoría una total farsa, presumen una fuerza e inteligencia que realmente no poseen, es por eso que tú voluntad resulta tan vacía para nosotros que... no podemos tomarte enserio.
Aquello último no era del todo cierto, pero, en sus planes estaba provocarla, hacerla molestar ante la subestimación hacia sus capacidades.
Necesitaban alterarla para que pudiese drenar por si sola toda esa energía acumulada hasta debilitarla y dar el golpe final, tenían que crear una brecha que les permitiera ponerle al menos una mano encima, y parecía estar funcionando pues el viento comenzó a soplar con más fuerza, logrando inclinar los árboles y el suelo bajo sus pies tembló por un segundo.
—No le durará el gusto, de todas maneras— dejó de mirar a Namjoon para centrar sus ojos en la que consideraba su único obstáculo para adueñarse del rey—puedo lograr que su atención recaiga en mi, en cualquier momento... no eres tan impresionante, de todas formas.
La reina da dos pasos al frente de Seokjin, sus ojos ahora brillando en rojo por la rabia que de repente le ha empezado a recorrer tras escuchar aquella clara insinuación atrevida a su esposo, a su rey.
—Estoy segura de que tiene mejores ejemplares en los que colocar su mirada— respondió la reina, Namjoon desde su lugar, aún con la seriedad del asunto, contuvo el aire al conocer de primera mano, lo que eran los celos de Aria— no mendigues atención, te hace ver mediocre.
Roja no pasó desapercibidos aquellos ojos, era imposible que alguien más aparte de Seokjin tuviese aquella problemática habilidad, se molestó, muchísimo, pues ahora tendría el doble de complicaciones esperadas.
Eso y que él hombre que ella quería, definitivamente había desarrollado sentimientos afectivos por su... destinada.
—Entonces no esperaré sorprenderme si las estaciones también están cerca— suspiró, miró directo a los ojos de cada rey— me gustaría decir que tengo todo el tiempo del mundo, pero no es así, por lo que-
—Por lo que vamos a escucharte— interrumpe Seokjin, levantando la mano derecha pidiéndole silencio— he escuchado las versiones, deseos y de más de todos los involucrados; menos la tuya.
