RED MOON»KSJ

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—Básicamente eso fue lo que sucedió.

Seokjin cerró la historia con una pequeña sonrisa, intentando apaciguar a los presentes para después continuar comiendo, tenía demasiada hambre y entendía el porqué.

Netza había llegado con los chicos minutos después del despertar inesperado del rey, feliz de verlo y parecía que él también esperaba conocerlo en condiciones, pues como el sentimental que Netza era, apenas le vió se lanzó a abrazarle, siendo correspondido.

Jungkook también se veía más feliz y a su lado lo observaba comer, temiendo porque fuese un simple sueño y en cualquier momento su rey se esfumara.

Bueno, todos estaban felices y dichosos de ver al rey de reyes de pie y además con tan alegre actitud.

—Vendremos a verte después— se levanta Hoseok, por acto costumbre, Taehyung igual imita su acción— deberías aprovechar, estirar el cuerpo y caminar por ahí, no tienes porqué preocuparte ahora por tu entrenamiento—observó a los presentes, pidiéndoles levantarse e irse— vamos, no podemos quedarnos aquí toda la noche.

Netza estuvo de acuerdo, se levantó, pero antes se cruzó de brazos ¿de nuevo olvidaba algo? él tenía que decirle algo a Seokjin apenas despertara.

—Ya sé de qué se trata— le respondió sin siquiera el haber dicho alguna cosa— no te preocupes, deberías trabajar en esa memoria tuya.

—Debería, si— suspiró— en fin, nos vemos en cinc-

—Nos vemos mañana, Netza— volvió a hablar Seokjin, en su usual tono demandante— tu debes entrenar conmigo.

Se señaló, sorprendido.

—¿Y porqué? Yo no necesito entrenamiento, es algo que naturalmente sabré hacer.

—Pero yo tengo total desconocimiento del tema— sacudió las manos, terminando su platillo— o ¿te molesta pasar todas las tardes conmigo?

Y sonrió, haciendo sonrojar al rey de la naturaleza y a Aria blanquear la mirada con fastidio.

—Que vulgar— musitó Netza— bien, nos vemos mañana entonces.

Y antes de que pudiesen decir algo más, se esfumó en el aire, siendo el primero en irse y luego el resto se despidió también, Yoongi se quedó con Jungkook en los alrededores, así que finalmente, Aria y Seokjin gozaron de privacidad, un tiempo para ambos.

Le miró, aquel bonito par de ojos esquivando los suyos.

—¿Porque parece que estás molesta conmigo?

—Porque lo estoy.

—Que tragedia.

—¡Seokjin!— se rió, apartando varias hebras de cabello, no le gustaba cuando cualquier cosa, por pequeña que fuese, interrumpía la armonía en el rostro de Aria—no puedo creer que de nuevo estés arriesgándote.

—No lo estoy haciendo, me encuentro en perfectas condiciones y estaré incluso mejor a partir de mañana cuando mi entrenamiento empiece— palmeó sus piernas— ven aquí un segundo.

Se levantó, aceptando la invitación, solo porque lo extrañó demasiado y sentir su calidez abrazarla nuevamente era uno de sus sueños más anhelados desde que Seokjin tocó cama.

Y así fue, la envolvió cariñosamente, al menos se había puesto un buen y bonito vestido.

—Estaremos bien, yo estaré bien— susurra, acariciando la mejilla de Aria con la punta de su nariz, impregnándose del natural aroma a flores que solo ella poseía— lo prometo, todo lo malo ya pasó y ahora solo nos esperan cosas buenas.

—Más vale que tengas razón, porque yo realmente no toleraría otro percance de esta magnitud— le mira, mostrándole cuán enserio está hablando— no lo soportaría.

—Ni yo— asegura devuelta— pero ahora me tienes aquí para ti, me tienes y me tendrás para toda la eternidad— besó su mejilla, sonriendo cuándo ella lo hizo— nos tenemos el uno al otro.

Un choque de ambas bocas selló aquella promesa hermosa, dónde Seokjin le aseguraba que sería suyo para siempre, así como ella igual le pertenecía en corazón, alma y cuerpo.

Se pertenecían.

Ese era solo el inicio de una nueva etapa en su relación, dónde todo parecía y se sentía como de ensueño, justo así debía ser y seguiría siendo.

Justo así, para siempre.