RED MOON»KSJ

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Invierno observó a la reina aún en cama y con los ojos cerrados, no movía un músculo y comenzaba a estresarse, Verano sostenía su mano mientras Yoongi llegaba de hablar con los guardias del rey Hoseok.

—No he permitido a nadie acercarse aquí— comenta— ellos dicen que si llegamos a necesitar algo se los hagamos saber.

—Bueno, solo si tú llegas a necesitar algo porque de nosotros tres no saben nada— Primavera aclaró— aquella carta de Hoseok sí que fue de ayuda, nos dieron incluso la habitación del rey.

Yoongi empezaba a preocuparse, pero no por la vida de Aria, él sabía que ella no moriría tan fácilmente cuándo era fuerte como una roca, esto solo era un susto de tantos.

Le preocupaba saber qué tal vez estaba sumida en el mundo de los sueños y ella odiaba soñar, pues estos en su mayoría eran más pesadillas que otra cosa, desde muy pequeña juraba que alguien atormentaba sus sueños.

—Lleva dos meses seguidos en cama— empezó a decir invierno— los reyes ya han de haber llegado a la frontera número seis, otoño es más rápido en aquello de acelerar el tiempo y mientras para ellos han pasado tres días, para nosotros aquí han sido meses.

A Yoongi le dolía la cabeza cada vez que pensaba en el asunto del tiempo, esa palabra comenzaba a carcomerle por dentro y ahora la odiaba.

Habían intentando de todo pero parece que descongelar un corazón no era tan sencillo como solo colocarla en un ambiente cálido, según le había dicho Verano, apenas un cuarto de la parte congelada de su corazón se había derretido, por llamarlo de alguna manera y Aria no despertaba.

—Parece profundamente dormida— comentó.

Verano se exasperó.

—Ya está, voy a entrar— Yoongi no entendió a que se refería— si puedo entrar en su cuerpo tal vez pueda acelerar el proceso brindándole el doble de calor.

—No lo sé— niega Invierno— no está en las mejores condiciones, no sabría si su cuerpo lo soporte.

—¿Puede hacer eso?— pregunta Yoongi— suena un tanto extraño y peligroso entrar en el cuerpo de una persona.

—Verano ha hecho eso muchísimas veces en el pasado— cuenta primavera— cuándo queríamos saber de Taehyung, Verano tomaba... prestado, el cuerpo de una persona por breves minutos y buscaba a Taehyung solo para verlo, saludarlo y ver cómo estaba.

Eso sonaba tan... incorrecto y aterrador.

—Si, lo es— Invierno respondió, sonriendo un poco— cómo puedes notar, cuándo nos presentamos como personificaciones cada uno tiene unas habilidades distintas, de los cuatro, Verano es el único que puede hacer tal cosa como adentrarse en un cuerpo humano.

—Te recomiendo no pensar muy fuerte— suspiró Primavera— Invierno puede escuchar tus pensamientos más ruidosos.

¿Cómo hacer que tus pensamientos bajen la voz? La estación más fría rió.

—Lo intentaremos— dice finalmente— pero no puedes excederte, ella no lo soportará.

🌸🌸🌸

—¿Qué tanto falta para llegar?— preguntó Jimin, ya cansado de tanto caminar.

Otoño le miró, era la quinta vez que preguntaba aquello.

Habían tenido que dejar los caballos atrás, a excepción de Diamond que se negó a dejar a Seokjin otra vez.

Así que ahora se encontraban en un camino lleno de césped, arbustos y frondosos árboles dónde Hoseok caminaba sin problemas, pues estaba muy embelesado viendo los rayos del sol iluminar entre las hojas de los altos pinos.

Wendy y Rosé se habían turnado para cargarse en su espalda, ahora le tocaba a Rosé cargar a Wendy y así se la habían pasado todo el camino, Otoño pensó que era una buena estrategia.

—Aquí es.

Jimin tragó saliva.

Nadie prestó atención mientras recibían la marca de Namjoon, el número seis en tinta negra ubicado en su espalda, se encargó únicamente de Hoseok y Seokjin, pues los hijos de las lunas aparentemente no lo necesitaban, aún así Jimin tomó la marca pues le daba miedo.

Seokjin se acercó a dónde estaba Otoño y resopló.

—¿Una montaña? ¿Estamos en la punta de una montaña?

—Sip— contestó— y debemos bajarla.