RED MOON»KSJ

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—Y eso es todo— suspiró Netza, la última carga de energía en su mano desvaneciéndose— así es como tienes que hacer todos los días, no la dejes acumularse o luego no serás capaz tú sola ¿alguna duda?— Aria niega— bien, entonces ya sabes, te concentras, buscas y sacas. Sencillo.

Pensó en hacer un pequeño chiste al respecto, hasta que sintió un cosquilleo en su interior que lo hizo sonreír con complicidad.

—Daré un paseo por invierno— aplaudió emocionado de repente— ¡Adiosito!

Desapareció y apareció justo a tiempo frente a quién su corazonada apuntaba.

El rey de otoño gritó ante la repentina presencia del rey de la naturaleza quién le sonreía con presunta inocencia, las personas a su alrededor le miraron extrañadas y con razón, si ante sus mundanos ojos Namjoon le había gritado al aire.

Suspiró y sonrió para tranquilizar a todos, siguió su camino ignorando a Netza quién muy ofendido le siguió.

—¿No vas a preguntar qué hago aquí?

—No.

—¡Tan grosero!— exclamó— ¿vas a las montañas escarchadas?— Namjoon asintió—¿y eso porqué? ¿sientes una fuerza que te impulsa a ir hasta allí? magnetismo, tal vez verás a alguien quizás— aplaudió de nueva cuenta— entonces tengo razón y mi presentimiento es verdadero... ¡para el otro lado!

Tuvo que detener sus pasos, buscando paciencia dentro de sí mismo que le ayudara a soportar al hombre hablador, no entendía como era posible que según él, Seokjin fuese su igual cuando el rey dice cuatro palabras al día y eso ya es pedir mucho de él.

Este sujeto, por otro lado, hablaba hasta por los poros e incluso inventaba palabras para complementar sus argumentos.

—Mira, déjame en paz— pidió, Netza blanqueó la mirada y observó su reloj imaginario pues en su muñeca no había nada— solo estoy teniendo una caminata pacífica donde me dedico a pensar.

—Puedes hacer eso mientras vas al lado izquierdo, luego izquierdo otra vez y giras a la derecha en dirección a las casas que rodean los arbustos de hielo—sonrió— hay una casa muy bonita color azul, entra y encontrarás tu destino.

Namjoon le miró con pereza e hizo lo contrario a lo que le pidió, impacientando a Netza, él no lo vio, pero le tembló un ojo por el estrés que el testarudo rey le causaba.

—Todo tengo que hacerlo yo, inútiles— musitó.

Tomó a Namjoon de sus ropas y lo acercó a él, abrazándole para después esfumarse junto al rey y aparecer frente a la puerta de la casa anteriormente mencionada.

Lo lanzó lejos, escuchándolo quejarse, pero así como Namjoon ignoró su pedido, el ignoraría sus comentarios.

Tocó la puerta y lo dejó solo.

Namjoon no tuvo tiempo para insultarlo siquiera pues la puerta fue abierta con prontitud y el aire abandonó sus pulmones ante la bella mujer tras la misma, quién le reconoció y reverenció con respeto.

—Alteza— dice, con tranquilidad y una sonrisa llena de igual calma— que... honor y sorpresa tenerlo en mi casa.

Pero el rey se había quedado mudo, demasiadas emociones revolviéndose en su interior y por ello no sabía qué hacer.

A Netza no le importó que haría él después de ahí, lo emocionante para el radicaba en que esa preciosa y rubia mujer, era la pareja destinada de Namjoon.

Soy tan generoso, que increíble.