RED MOON»KSJ

🍃72🍃

Al regresar, el ambiente para los reyes y nuevas estaciones era agridulce, disfrutaban de saber que ya no habría ningún peligro para sus reinos e incluso era gratificante a la vista ver qué Netza había cumplido lo dicho.

Invierno lucía rebosante de brillo, la nieve blanca bajo sus pies, por primera vez en toda sus vidas, se sintieron felices de llegar a la congelada estación y saber que sus organismos se enfriarían hasta los huesos y si bien pudieron tomar caminos distintos, prefirieron llegar primero a Invierno para calmar a todos los habitantes que seguramente se alterarían al ver a su amado rey inconsciente.

Jungkook seguía siendo un desastre de emociones y en ningún momento se apartó de Seokjin, incluso cuando ya se encontraba en cama, el menor se acurrucaba a su lado sin intenciones de levantarse y cumplir sus responsabilidades como guardián líder.

Aria no le reprochó nada y lo dejó quedarse, permitiendo que Hani fuese la única con autorización para entrar en la habitación y darle una mirada a Jungkook, el médico real también revisaba a su esposo constantemente.

La reina no gozó de mucho tiempo libre, descubrió que ocuparse de dos estaciones era un trabajo casi imposible, ni siquiera comprendía como Seokjin podía supervisar las cuatro, autorizar traslados, revisar el plan de vigilancia que Namjoon enviaba para su aprobación, supo que reforzarían la seguridad de cada frontera duplicando el número de guardias y ella lo autorizó, permitió a Namjoon tomar carta libre en el asunto cosa que el agradeció.

—Alteza— uno de los guardias más jóvenes según le había comentado Seokjin una vez, se acercó a ella y respetuosamente se inclinó cuando Aria le dió atención— usualmente el rey supervisa la plaza una vez a la semana, para saludar a los habitantes y demás cosas— suspiró para sus adentros, cumplir con la agenda de Seokjin era un reto, sentía que debía clonarse— ¿debo cancelarlo? no es una tarea obligatoria, su alteza lo hace más por gusto que otra cosa.

Negó, haciendo entrega de los documentos firmados al hombre que hacía las entregas.

—Iremos— decidió— Jungkook permanecerá junto al rey, así que no tienes otra opción más que hacerme compañía— le sonrió con cariño, haciendo sonrojar al hombre— vamos, entonces. Aún estamos reponiendonos de todo este suceso, por supuesto que tenemos que ser constantes y brindar calma.

Decidió que iría justo como estaba vestida, no quería cambiarse aún cuando los bordes de su vestido podrían empaparse debido a la nieve, ella continuaría usándolos de un lado al otro.

Ella ama los vestidos y a Seokjin le encanta verla usándolos, así que cuándo su esposo por fin despertase, la vería como más disfrutaba hacerlo, con sus coloridas y brillantes prendas.

Las expresiones de sorpresa y alivio al ver a la reina llegar, no se hicieron a esperar, muchísimas personas se acercaron como se les permitió, saludándola, tomando su mano respetuosamente y maravillándose ante la enorme y sincera sonrisa que Aria le regaló a todos y cada uno de los que se acercaron, tranquilizándolos.

Todos preguntaron por Seokjin, también expresaron sus mejores deseos y prontitud para su mejora, recibió gustosa los regalos que insistían en darle, para ella y para su esposo, pues una de las mujeres le hizo entrega de bolsas rebosantes en frutas y aseguró que el disfrutaba mucho de comerlas, ya que siempre que pasaba por allí, se llevaba algunas.

Sintió su corazón llenarse de calidez y afirmó que fue una excelente idea visitarlos, Seokjin era tan amado por su gente y estaba segura de que él no lo sabía.

Los habitantes de invierno eran definitivamente dulces, alegres, amables y cálidos, menos mal ahora los conocía y los prejuicios habían desaparecido.

Todos eran familia.