Invierno y primavera entrelazaron sus manos y otoño así nació; le amó presenciando la caída de hojas secas aún cuando el azotador viento hacía sus dientes castañetear, entonces, invierno deseó que la calidez de primavera fuese prolongada y con un in...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En multimedia encontrarán la personificación de la luna blanca.
-¿Qué exactamente quiere decir él con máquina de matar?- preguntó Hoseok por tercera vez, mientras seguían al hombre, bueno, mientras Seokjin seguía al hombre y los demás le seguían a él- quiero decir, siempre he sido consciente de que eres muy poderoso y blablabla porque no se habla de otra persona más que de ti en todas las estaciones, ya sabes, la gente es curiosa.
El hombre rió, el rey de verano parecía ser alguien bastante lleno de vida, sonaba como que por gente curiosa enrealidad se refería a él mismo.
-¿Sabes que más es curioso?- cuestionó Seokjin- que quieras saber de mi a estas alturas.
-Se supone que tengo que cuidar que no te maten, debo conocerte.
-¡Ugh!-exclamó Aria, interrumpiendo la pequeña y tonta discusión de ambos reyes mientras Namjoon se burlaba de la reina-ya estoy cansada, hay muchas hojas amontonadas y debo caminar entre ellas ¡me llegan a las rodillas!- Seokjin miró con reproche a Namjoon y a verano, pidiéndoles silenciosamente que no se burlaran- se me estancan los pies.
Seokjin no comentó y simplemente actuó como ya acostumbraba esos días. Elevó a Aria en brazos y ágilmente la ubicó en su espalda, pidiéndole que se sostuviera de sus hombros.
Con un Namjoon sorprendido y Verano como su cómplice, ahora si continuaron.
-Por favor tengan cuidado- comenzó el hombre- todo el que entra a estas tierras está vulnerable a ser lastimado, incluso la estación que está con ustedes- Seokjin pasó el mensaje, verano asintió, ya el lo sabía- la señora luna blanca no está realmente lejos, pero no sé si puedan convencerla fácilmente, muchos lo hemos intentado, acercarnos y pedirle por nuestra liberación, ella solo dice que si no es liberada ella primero, no podrá hacer nada por nosotros.
El panorama para Seokjin era el siguiente; una especie de cueva se mostraba ante ellos, el hombre emocionado entró, pidiéndole al rey de invierno imitarlo.
-A partir de aquí, los reyes podrán ver lo mismo que usted, alteza.
Y fue cierto, Aria sobre la espalda de su esposo se asustó un poco al perder de vista los colores tierra a los que se había acostumbrado, Namjoon apenas puso un pie dentro también se detuvo un tanto exaltado, mientras que los demás se encontraron un poco aliviados de ya no tener que depender de la vista de Seokjin.
Era bastante... oscuro y de poco confiar, Hoseok por instinto y preocupación, se ubicó adelante junto a verano y el hombre, solo por si acaso.
Namjoon quedó atento siguiendo a Seokjin, observando las paredes rocosas e ignorando lo melosa que parecía ser Aria abrazándose a su esposo. Era tan incómodo.
-¿La luna blanca está sola encerrada aquí?-cuestionó el rey de otoño, normalmente empezaba a hacer preguntas cuando la situación comenzaba a tornarse rara para él, así que dependiendo de cómo respondieran y que, Namjoon tendría un plan de reserva en caso de que algo saliera mal- ¿Porqué ella es la única aislada?
El hombre le sonrió cordial, sin ningún problema contestó a sus preguntas.
-Si, ella es la única que está tras rejas- rió, se veía un poco cansado, supuso que caminar tanto era muy agotador- es debido a que si la luna roja no le mantiene encerrada, ella con facilidad podría irse o destruir este lugar, al menos eso suponemos todos los que permanecemos aquí.
-¿Conoce usted a la luna roja?- asintió.
-Ella ha bajado en persona- aquello lo dijo en un tono más apagado- cuándo lo hace, debemos escondernos pues su presencia solo significa que está molesta y busca desquitarse- Aria se llevó una mano al pecho, triste de escuchar tal cosa- algunas almas sufrieron su ira y se desvanecieron sin la oportunidad de descansar en paz y dignamente- levanta la cabeza, sonríe a medias para disipar el aura triste que los ha envuelto- pero con ustedes aquí, estoy seguro de que todo este tormento no durará mucho más.
Tuvieron que detenerse, un portón enorme bloqueaba el camino, también de piedra el cual aseguró el anciano que antes no se encontraba allí. Verano dijo que tal vez era algo obra de la luna roja, por lo que Seokjin dedujo que eso significaba que entonces ella sabía que ellos se encontraban allí.
Así que empezaron a lanzar ideas al azar.
-Que Seokjin la destroce de un puño- sugirió Hoseok, Namjoon negó.
-Se haría trizas, si, pero nos aplastaría al caerse, además, de que ahora nos bloquearían los escombros- volvió a negar- no, definitivamente no saldría bien.
Aria bajó de la espalda de Seokjin, se quedó mirando la puerta de piedra, obviamente no encontrarían una llave incluso si esta tenía cerrojo.
-Tal vez verano pueda sacrificarse por nosotros- comentó Namjoon- hazte polvo y cruza esa cosa, nos abres del otro lado y todo resuelto.
-Muy gracioso- respondió este.
Seokjin sonrió orgulloso cuando Aria hizo lo que a él ya se le había ocurrido.
La reina tomó una de sus flechas y sencillamente uso la punta de esta para quitar el seguro, introduciendola en el cerrojo, dando un fuerte empujón para escuchar la traba quebrarse. Seokjin se acercó, tomó el pomo y jaló con un poco más de fuerza.
-¡Listo!- exclamó contenta- andando.
Namjoon quiso decir que Seokjin pudo simplemente tirar de esta hasta dañar la chapa o incluso tirarla con un dedo. Pero aquello fue ciertamente más... impresionante.
Al entrar, solo a unos pasos más una jaula enorme que sinceramente no lucía para nada fuerte, se mostró ante ellos, dentro de esta se pudo ver a una mujer de cabellos rubios y vestido blanco sentada observándolo todo, expectante.
Sorprendida se levantó, acercándose hasta dónde se le permitía, luego habló en voz alta.
-Alma- Seokjin supuso que se refirió al hombre que los guió hasta allí- ¿si son ellos?
-Si, señora- el anciano habló, con ojos brillantes- han llegado finalmente para sacarla de su encierro y así-
Fue callado.
Aria observó atónita cómo la luna con solo levantar una mano y apuntarla al hombre, este comenzó a revolcarse en el suelo hasta convertirse en polvo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
